LA NOVELA ESPAÑOLA DESPUÉS DE LA GUERRA CIVIL
1- LA GENERACIÓN DE POSGUERRA
1.1- PANORAMA DE LA NOVELA TRAS LA GUERRA
1.1.1- ¿Cómo era la situación de la novela española tras la guerra civil y por qué?
Tras la guerra civil la literatura española en general se ve en un periodo decadente dado que tiene que sufrir las consecuencias de la guerra civil. Vemos como España está sumida en la pobreza y la miseria además de la desesperación y el pesimismo, a su vez, la mayoría de los intelectuales del país son exiliados debido a que la gran parte de estos son de ideales republicanos.
Por otro lado vemos como el nuevo régimen impuesto por Francisco Franco impone una potente censura que impide la publicación de todo aquello que esté en contra del régimen o que pueda difundir ideales diferentes a los que interesaban como las ideas liberales. Esto influye a su vez en la distribución de grandes novelas extranjeras que compaginan con la República. En contraste con esto, vemos como la literatura que representa al bando nacional es exaltada por encima de las demás y por ende, la novela que se da en esta época es la destinada a la propaganda sobre el nuevo régimen.
La novela que supone un cambio en este panorama de la época es ''La familia de Pascual Duarte'', la cual supone una rotura de lo cotidiano en cuanto a la narrativa de España y la ruptura con la literatura oficial impuesta. Esta supuso el inicio de otras obras dedicadas a la crítica de la sociedad de la época. Se nos presenta todo lo contrario al optimismo antes representado. Es una obra anterior a la guerra por lo que no critica el régimen posterior.
Un pobre campesino de nombre Pascual Duarte, narra desde la cárcel las desgracias y malos momentos de su vida.
De niño, el mismo, era brutalmente golpeado por su padre, se encontraba expuesto al alcoholismo de su madre y en resumen, fue criado en el clima hostil de su casa. Todo ello marca la mala suerte que Pascual tendrá en el futuro: le sucedieron continuas tragedias como las muertes de sus hijos, la de su mujer Lola, etc.
A su vez, podemos contemplar continuos malestares que le acompañan al protagonista a lo largo de su vida, asiste a la muerte de su hermano Mario, la prostitución de su hermana, el asesinato inintencionado a sus manos del Estirao, hasta su muerte, una muerte lastimosa y llena de pesimismo.
La tragedia que se presenta en la obra, en ciertos momentos se ve ocultada por momentos de felicidad para el protagonista: el nacimiento de su hijo Pascualillo, cuando ve por primera vez el mar, incluso, cuando finalmente acaba con la vida de su madre y logra respirar.
TEXTO 1
1- ¿A qué achaca Pascual sus crímenes?.
Pascual Duarte culpa de sus crímenes a la vida que le ha tocado vivir, la cual, es una llena de desgracias. Su educación, el entorno familiar y las constantes desgracias que sufre a lo largo de toda su vida hacen que cambie de carácter y acabe cometiendo tales crímenes.
Desde pequeño, Pascual Duarte se ve en un entorno familiar bastante ''hostil'', su padre es una persona muy estricta y que se enfada con facilidad, tanta facilidad que llega a pegarle palizas a él y a su madre, la cual, es una alcohólica y una analfabeta. A todo esto se le añaden las constantes disputas y discusiones entre sus padres. Hay que recalcar además el hecho de que era una familia humilde.
El padre de Pascual Duarte fue encarcelado en prisión por contrabandismo hace tanto que probablemente ni Pascual hubiera nacido, desde entonces es una persona más dura y estricta, ha cambiado bastante.
Sus padres mantienen una relación meramente basada en el machismo, el padre de Pascual la maltrata completamente y no le cede apenas libertad, por otra parte vemos que están constantemente discutiendo y faltándose el respeto, por lo que se podría decir que la relación entre estos no es buena.
El padre de Pascual era una persona ''culta'', sabía leer y escribir, este fardaba de lo mismo ante su madre, la cual era analfabeta al completo. Su padre quería que Pascual estudiase para tener un buen futuro, pero en cambio, su madre no quería que lo hiciese dado que pensaba que estudiar para no poder salir luego de la pobreza era algo inútil.
En mi opinión, creo que claramente esto influye de manera amplia en el comportamiento posterior de Pascual. Las personas forman su lado psicológico (actitud, carácter, etc) mayoritariamente de sus padres y de lo que ven desde pequeños, si un niño ve como su padre pega a su madre, la insulta, ve que hay problemas en casa, etc, seguramente de mayor sea una persona que haga lo mismo o que tenga algún tipo de problema psicológico a largo plazo, pero en cambio, una persona que desde pequeño la han educado bien, en un buen ambiente, etc, seguramente esa persona no cometa ningún tipo de crímen o posea algún problema. En la obra vemos como Pascual ve desde pequeño su alrededor y va adaptando las ideas que toma de ese periodo al resto de su vida, va cometiendo crímenes poco a poco hasta que libera todo lo acumulado en su vida acabando con su madre. Pero podemos ver que en la obra se nos presenta que todo esto no solo es producto de sus males a lo largo de la vida, sino de sus propias decisiones, por lo que tenemos un pesimismo puramente existencial.
Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquellos gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como las alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya.
Nací hace ya muchos años -lo menos cincuenta y cinco- en un pueblo perdido por la provincia de Badajoz; el pueblo estaba a unas dos leguas de Almendralejo, agachado sobre una carretera lisa y larga como un día sin pan, lisa y larga como los días -de una lisura y una largura como usted para su bien, no puede ni figurarse- de un condenado a muerte.(...)
De mi niñez no son precisamente buenos recuerdos los que guardo. Mi padre se llamaba Esteban Duarte Diniz, y era portugués, cuarentón cuando yo niño, y alto y gordo como un monte. Tenía la color tostada y un estupendo bigote negro que se echaba para abajo. Según cuentan, cuando joven le tiraban las guías para arriba, pero, desde que estuvo en la cárcel, se le arruinó la prestancia, se le ablandó la fuerza de bigote y ya para abajo hubo que llevarlo hasta el sepulcro. Yo le tenía un gran respeto y no poco miedo, y siempre que podía escurría el bulto y procuraba no tropezármelo; era áspero y brusco y no toleraba que se le contradijese en nada, manía que yo respetaba por la cuenta que me tenía. Cuando se enfurecía, cosa que le ocurría con mayor frecuencia de lo que se necesitaba, nos pegaba a mi madre y a mí las grandes palizas por cualquiera la cosa, palizas que mi madre procuraba devolverle por ver de corregirlo, pero ante las cuales a mí no me quedaba sino resignación dados mis pocos años. ¡Se tienen las carnes muy tiernas a tan corta edad! Ni con él ni con mi madre me atreví nunca a preguntar de cuando lo tuvieron encerrado, porque pensé que mayor prudencia sería el no meter los perros en danza, que ya por sí solos danzaban más de lo conveniente; claro es que en realidad no necesitaba preguntar nada porque como nunca faltan almas caritativas, y menos en los pueblos de tan corto personal, gentes hubo a quienes faltó tiempo para venir a contármelo todo. Lo guardaron por contrabandista; por lo visto había sido su oficio durante muchos años, pero como el cántaro que mucho va a la fuente acaba po romperse, y como no hay oficio sin quiebra, ni atajo sin trabajo, un buen día, a lo mejor cuando menos lo pensaba -que la confianza es lo que pierde a los valientes-, le siguieron los carabineros, le descubrieron el alijo, y lo mandaron a presidio. De todo esto debía hacer ya mucho tiempo, porque yo no me acuerdo de nada; a lo mejor ni había nacido. Mi madre, al revés que mi padre, no era gruesa, aunque andaba muy bien de estatura; era larga y chupada y no tenía aspecto de buena salud, sino que, por el contrario, tenía la tez cetrina y las mejillas hondas y toda la presencia o de estar tísica o de no andarle muy lejos; era también desabrida y violenta, tenía un humor que se daba a todos los diablos y un lenguaje en la boca que Dios le haya perdonado, porque blasfemaba las peores cosas a cada momento y por los más débiles motivos. Vestía siempre de luto y era poco amiga del agua, tan poco que si he de decir la verdad, en todos los años de su vida que yo conocí, no la vi lavarse más que en una ocasión en que mi padre la llamó borracha y ella quiso como demostrarle que no le daba miedo el agua. El vino en cambio ya no le disgustaba tanto y siempre que apañaba algunas perras, o que le rebuscaba el chaleco al marido, me mandaba a la taberna por una frasca que escondía, porque no se la encontrase mi padre, debajo de la cama. Tenía un bigotillo cano por las esquinas de los labios, y una pelambrera enmarañada y zafia que recogía en un moño, no muy grande, encima de la cabeza. Alrededor de la boca se le notaban unas cicatrices o señales, pequeñas y rosadas como perdigonadas, que según creo, le habían quedado de unas bubas malignas que tuviera de joven; a veces, por el verano, a las señales les volvía la vida, se les subía la color y acababan formando como alfileritos de pus que el otoño se ocupaba de matar y el invierno de barrer.
Se llevaban mal mis padres; a su poca educación se unía su escasez de virtudes y su falta de conformidad con lo que Dios les mandaba -defectos todos ellos que para mi desgracia hube de heredar- y esto hacía que se cuidaran bien poco de pensar los principios y de refrenar los instintos, lo que daba lugar a que cualquier motivo, por pequeño que fuese, bastara para desencadenar la tormenta que se prolongaba después días y días sin que se le viese el fin. Yo, por lo general, no tomaba el partido de ninguno porque si he de decir verdad tanto me daba el que cobrase el uno como el otro; unas veces me alegraba de que zurrase mi padre y otras mi madre, pero nunca hice de esto cuestión de gabinete.
-No hagas caso, muchacho. ¡Ya voy para viejo!
Y se quedaba pensativo y repetía en voz baja una y otra vez:
-¡Ya voy para viejo... ! ¡Ya voy para viejo...!
Mi instrucción escolar poco tiempo duró. Mi padre, que, como digo, tenía un carácter violento y autoritario para algunas cosas, era débil y pusilánime para otras: en general tengo observado que el carácter de mi padre sólo lo ejercitaba en asuntillos triviales, porque en las cosas de trascendencia, no sé si por temor o por qué, rara vez hacía hincapié. Mi madre no quería que fuese a la escuela y siempre que tenía ocasión, y aun a veces sin tenerla, solía decirme que para no salir en la vida de pobre no valía la pena aprender nada. Dio en terreno abonado, porque a mí tampoco me seducía la asistencia a las clases, y entre los dos, y con la ayuda del tiempo, acabamos convenciendo a mi padre que optó porque abandonase los estudios. Sabía ya leer y escribir, y sumar y restar, y en realidad para manejarme ya tenía bastante. Cuando dejé la escuela tenía doce años; pero no vayamos tan de prisa, que todas las cosas quieren su orden y no por mucho madrugar amanece más temprano.
1- Resume lo que ocurre.
Pascual se encuentra en el funeral de su hermano Mario, cuando una de las mujeres presentes, Lola, se arrodilla ve sus piernas lo que le produce una grán excitación, tras finalizar el entierro, Lola y Pascual tienen una corta conversación que acaba en el coito entre ambos.
2 - ¿Qué dos temas tabú une Cela en este fragmento?.
Los temas que trata Camilo José Cela en este fragmento de la obra son el sexo y la muerte que tienen una relación como temas tabú entre sí.
El entierro, volviendo a lo que íbamos, salió con facilidad; como la fosa ya estabahecha, no hubo sino que meter a mi hermano dentro de ella y acabar de taparlo contierra. Don Manuel rezó unos latines y las mujeres se arrodillaron; a Lola, alarrodillarse, se le vetan las piernas, blancas y apretadas como morcillas, sobre lamedia negra. Me avergüenzo de lo que voy a decir, pero que Dios lo aplique a la salvación de mi alma por el mucho trabajo que me cuesta: en aquel momento me alegré de la muerte de mi hermano... Las piernas de Lola brillaban como la plata, la sangre me golpeaba por la frente y el corazón parecía como querer salírseme depecho.
No vi marcharse ni a don Manuel ni a las mujeres. Estaba como atontado, cuando empecé a volver a percatarme de la vida, sentado en la tierra recién removida sobre el cadáver de Mario; por qué me quedé allí y el tiempo que pasó, son dos cosas que no averigüé jamás. Me acuerdo que la sangre seguía golpeándome las sienes, que el corazón seguía queriéndose echar a volar. El sol estaba cayendo; sus últimos rayos se iban a clavar sobre el triste ciprés, mi única compañía. Hacia calor; unos tiemblos me recorrieron todo el cuerpo; no podía moverme, estaba clavado como por el mirar del lobo.
De pie, a mi lado, estaba Lola, sus pechos subían y bajaban al respirar...
-¿Y tú?
-¡Ya ves!
-¿Qué haces aquí?
-¡Pues..., nada! Por aquí...
Me levanté y la sujeté por un brazo.
-¿Qué haces aquí?
-¡Pues nada! ¿No lo ves? ¡Nada!
Lola me miraba con un mirar que espantaba. Su voz era como, una voz del más allá, grave y subterránea como la de un aparecido.
-¡Eres como tu hermano!
-¿Yo?
-¡Tú! ¡Sí!
Fue una lucha feroz. Derribada en tierra, sujeta, estaba más hermosa que nunca...Sus pechos subían y bajaban al respirar cada vez más de prisa. Yo la agarré del pelo y la tenía bien sujeta a la tierra. Ella forcejeaba, se escurría... La mordí hasta la sangre, hasta que estuvo rendida y dócil como una yegua joven.
-¿Es eso lo que quieres?
-¡Sí!
Lola me sonreía con su dentadura toda igual... Después me alisaba el cabello.
-¡No eres como tu hermano... ! ¡Eres un hombre...!
En sus labios quedaban las palabras un poco retumbantes.
-¡Eres un hombre...! ¡Eres un hombre...!
La tierra estaba blanda, bien me acuerdo. Y en la tierra, media docena de amapolas para mi hermano muerto: seis gotas de sangre...
-¡No eres como tu hermano...! ¡Eres un hombre...!
-¿Me quieres?
-¡Sí!
TEXTO 3
1- ¿Qué está a punto de hacer Pascual pero no se atreve?.
Pascual quiere matar a su madre, para ello, espera a la noche, toma su cuchillo y cuando llega a su cama comienza a plantearselo muy detenidamente, no está seguro de lo que quiere hacer, ella al fin y al cabo es la que le ha criado y dado la vida, al final, en un intento de irse de la habitación suena un crujido y su madre se despierta, al no verse con otra oportunidad se enzarza con ella en una pelea que acaba en la muerte de la misma.
2- ¿Por qué lo va a hacer? Recuerda la relación con su madre que aparece en el primer texto.
Pascual quiere matar a su madre porque le proporciona odio, tiene un sentimiento de estar oprimido cuando su madre está cerca, como hemos visto antes mismo, su madre fue la causante de que dejara de estudiar, así como muchas otras cosas más. Cuando muere el hermano de Pascual, Mario, su madre no le llora, simplemente lo toma como algo natural y esto es lo que le acaba volviendo loco cada vez más.
3- ¿Crees que la presentación que hizo al inicio de sus padres le sirve de justificación a lo que hace aquí?.
Matar a su madre, desde mi punto de vista, no tiene justificación alguna. Sin embargo, podemos ver de un modo subjetivo que Pascual lo ha pasado muy mal a lo largo de su vida y que sus padres fueron un catalizador de esto cuando era pequeño y cuando no lo era tanto. Su padre le pegaba y gritaba, su madre le oprimía y entre estos se peleaban dándole una mala imagen. Los padres de Pascual dieron al mismo una manera de ver la vida violenta. Esta violencia se hace presente en todo el relato como podemos ver, por otra parte, cuando su padre muere, su madre continúa ejerciendo mucha presión sobre él, lo que hace que al final quiera matarla.
Había llegado la ocasión, la ocasión que tanto tiempo había estado esperando. Había que hacer de tripas corazón, acabar pronto, lo más pronto posible. La noche es corta y en la noche tenía que haber pasado ya todo y tenla que sorprenderme la amanecida a muchas leguas del pueblo.
Estuve escuchando un largo rato. No se oía nada. Fui al cuarto de mi mujer; estaba dormida y la dejé que siguiera durmiendo. Mi madre dormiría también a buen seguro. Volví a la cocina; me descalcé; el suelo estaba frío y las piedras del suelo se me clavaban en la punta del pie. Desenvainé el cuchillo, que brillaba a la llama como un sol.
Allí estaba, echada bajo las sábanas, con su cara muy pegada a la almohada. No tenla más que echarme sobre el cuerpo y acuchillarlo. No se movería, no daría ni un solo grito, no le daría tiempo... Estaba ya al alcance del brazo, profundamente dormida, ajena -¡Dios, qué ajenos están siempre los asesinados a su suerte!- a todo lo que le iba a pasar. Quería decidirme, pero no lo acababa de conseguir; vez hubo ya de tener el brazo levantado, para volver a dejarlo caer otra vez todo a lo largo del cuerpo. Pensé cerrar los ojos y herir. No podía ser; herir a ciegas es como no herir, es exponerse a herir en el vacío... Había que herir con los ojos bien abiertos, con los cinco sentidos puestos en el golpe. Había que conservar la serenidad, que recobrar la serenidad que parecía ya como si estuviera empezando a perder ante la vista del cuerpo de mi madre... El tiempo pasaba y yo seguía allí, parado, inmóvil como una estatua, sin decidirme a acabar. No me atrevía; después de todo era mi madre, mujer que me había parido, y a quien sólo por eso había que perdonar.:. No; no podía perdonarla porque me hubiera parido. Con echarme al mundo no me hizo ningún favor, absolutamente ninguno... No había tiempo que perder. Había que decidirse de una buena vez. Momento llegó a haber en que estaba de pie y como dormido, con e cuchillo en la mano, como la imagen del crimen... Trataba de vencerme, de recuperar mis fuerzas, de concentrarlas. Ardía en deseos de acabar pronto, rápidamente, y de salir corriendo hasta caer rendido, en cualquier lado. Estaba agotándome; llevaba una hora larga al lado de ella, como guardándola, como velando su sueño. ¡Y había ido a matarla, a eliminarla, a quitarle la vida a puñaladas!
Quizás otra hora llegara ya a pasar. No; definitivamente, no. No podía; era algo superior a mis fuerzas, algo que me revolvía la sangre. Pensé huir. A lo mejor hacía ruido al salir; se despertaría, me reconocería. No, huir tampoco podía; iba indefectiblemente camino de la ruina... No había más solución que golpear sin piedad, rápidamente, para acabar lo más pronto posible. Pero golpear tampoco podía... Estaba metido como en un lodazal donde me fuese hundiendo, poco a poco, sin remedio posible, sin salida posible. El barro me llegaba ya hasta el cuello. Iba a morir ahogado
como un gato... Me era completamente imposible matar; estaba como paralítico.
Di la vuelta para marchar. El suelo crujía. Mi madre se revolvió en la cama.
-¿Quién anda ahí?
Entonces sí que ya no había solución. Me abalancé sobre ella y la sujeté. Forcejeó, se escurrió... Momento hubo en que llegó a tenerme cogido por el cuello. Gritaba como una condenada. Luchamos; fue la lucha más tremenda que usted se puede imaginar.
Rugíamos como bestias, la baba nos asomaba a la boca... En una de las vueltas vi a mi mujer, blanca como una muerta, parada a la puerta sin atreverse a entrar. Traía un candil en la mano, el candil a cuya luz pude ver la cara de mi madre, morada como un hábito de nazareno... Seguíamos luchando; llegué a tener las vestiduras rasgadas, pecho al aire. La condenada tenía más fuerzas que un demonio. Tuve que usar de toda mi hombría para tenerla quieta. Quince veces que la sujetara, quince veces que se me había de escurrir. Me arañaba, me daba patadas y puñetazos, me mordía. Hubo un
momento en que con la boca me cazó un pezón -el izquierdo- y me lo arrancó de cuajo.
Fue el momento mismo en que pude clavarle la hoja en la garganta... La sangre corría como desbocada y me golpeó la cara. Estaba caliente como un vientre y sabía lo mismo que la sangre de los corderos.
La solté y salí huyendo. Choqué con mi mujer a la salida; se le apagó el candil. Cogí el campo y corrí, corrí sin descanso, durante horas enteras. El campo estaba fresco y una sensación como de alivio me corrió las venas.
Podía respirar...
Tras la publicación de ''La familia de Pascual Duarte'' podemos ver otras novelas que siguen la misma estela, estas son ''Nada'' de Carmen Laforet, publicada en 1945 y la primera novela de Miguel Delibes, ''La sombra del ciprés es alargada'', publicada en 1948.
Ambas novelas presentan una visión pesimista y amarga de la vida cotidiana de la época. Su enfoque se hace desde lo existencial, es por esto que abundan personajes desarraigados y angustiados y que los temas predominantes sean la soledad, la frustración y la muerte. Pretenden expresar un descontento hacia la sociedad.
2.1- ¿Qué nuevas condiciones sociales y políticas favorecen que se empiece a escribir novela de temática social?.
En la entrada anterior sobre la poesía de la posguerra pudimos ver que en 1951 España atrae por temas políticos a EE.UU y a los aliados del mismo debido a intereses por la Guerra Fría. Esto hace que España entre en la ONU y que se abra económicamente a otros países. A partir de este momento España se convierte en un país con ideales capitalistas y mejora increíblemente en el aspecto económico y social, en esta época comienza a aparecer la clase media y el turismo es cada vez mayor. La censura a su vez se ve afectada, esta desciende y se hace más flexible permitiendo la entrada de novelas extranjeras al país y haciendo que los escritores se pudieses explicar mejor en sus obras. Por otro lado, podemos ver como muchas obras entran de manera clandestina al país debido a que la censura sigue estando presente.
Sin duda es un periodo de expansión económica, mejora social y de mayor libertad en lo referente a literatura.
2.2.1- Autor, fecha y lugar de publicación.
El autor de la obra ''La Colmena'' es Camilo José Cela, esta fue publicada en 1951, esta es la precursora de la novela social, esta representa al hombre en su ambiente cotidiano, se basa sobretodo en la vida madrileña.
Camilo José Cela
2.2.2- ¿Cuál es la importancia de esta novela en la novela española tras la guerra civil?. 2.2.3- Explica qué cuenta la novela.
La Colmena es una de las obras de Camilo José Cela más conocidas debido a que es una increíble obra literaria dado que es toda una vanguardia de la temática de la novela de la época. Vemos que es una novela desordenada que dura tres días en la que no hay ''presentación, nudo y desenlace'', pero sin duda una de sus novedades es el final, el cual queda abierto dejando muchas historias sin un final fijo. Esta obra posee más de 300 personajes todos ellos representados en forma de personaje colectivo, de ellos podremos ver a lo largo de un espacio de tres días las determinadas desgracias que les afectan en la ciudad de Madrid. Entre estos personajes existe repaso de las clases sociales que las divide entre los triunfadores (ricos) y los fracasados (todos aquellos sumidos en la pobreza). Junto a las grandes críticas sociales que pretende realizar, podemos ver también un aspecto importante sobre lo existencial y es que todos los personajes caminan por la vida sin un rumbo fijo. Cela utiliza muchos tipos de narradores para contarnos esto, a veces opina, a veces sabe todo o nada, a veces no existe, etc.
Esta obra sin duda supuso el inicio de todas las obras de esta índole en la época siendo considerada como la precursora de la novela social.
2.2.4- ¿Por qué se titula La colmena?.
Camilo José Cela relaciona las vidas de estas personas como cada una de las celdillas que forman una colmena, algo grupal que vemos representado mediante ese personaje colectivo formado por unos 300 personajes en los que no aparecen curas, políticos ni militares.
2.2.5- Temas: La Colmena supone una visión de la posguerra española, lo cual conlleva reflexiones sobre distintos temas como la importancia del dinero, la doble moral de la sociedad o la propia existencia humana.
- El dinero: Recuerda las características de la posguerra española que viste en el tema anterior. ¿Es importante el dinero en las relaciones personales que se dan entre los personajes? ¿Por qué? Teniendo esto en cuenta, ¿en qué dos grupos se pueden dividir los personajes de la novela?.
Como ya hemos visto en esta entrada sobre la novela y en la anterior de la poesía de posguerra, España tras la guerra es un país lleno de miseria y pobreza, el dinero es algo buscado por todos dado que te puede dar la vida, por otra parte vemos como incluso la comida o los bienes necesarios para la subsistencia son repartidos mediante cartillas de racionamiento. España es un país sin clase media, es altamente bipolar, tenemos o muy ricos o muy pobres y esto se representa bastante bien en la obra de ''La Colmena'' como ya dije antes, se hace mediante los triunfadores (ricos) y los fracasados (pobres).
Lee estos fragmentos y contesta las siguientes preguntas:
TEXTO 1
1- ¿Qué relación existe entre Purita y José Sanz?
Purita es una prostituta y José es uno de sus clientes, esta está continuamente pensando en sus preocupaciones, en su familia, mientras que el segundo solo quiere sexo. Tras tener sexo, ambos se preguntan sus nombres, por lo que se puede ver que no hay amor entre estos personajes, solo acciones deshumanizadas y por interés.
2- ¿Cuál es la situación personal de Purita?¿A qué se dedica?
Purita es huérfana, no tiene padres dado que su padre fue fusilado y su madre se murió de desnutrición. Tiene cinco hermanos que son: El Paquito que es el pequeño con nueve años, Ramón, el mayor de veintidós años, el cual hace servicio en África, Mariana de dieciocho años, que está enferma, Julio que trabaja en una imprenta con catorce años y Rosita con once años. Ellos viven en un sotabanco de la calle Ternera y Purita se encuentra en una pensión donde recibe a todos sus clientes, dado que se dedica a la prostitución para ganar dinero y mantener a su familia.
3- ¿Qué favor le pide a José Sanz?.
Purita ante la situación en la que se encuentra quiere pedirle que intente meter a su hermano Paquito de nueve años en la guardería para que pueda estar bien cuidado, ante esto José dice que lo intentará y que si consigue algo la llamará por teléfono.
4- ¿Te parece una visión positiva o negativa de las relaciones personales? ¿Por qué?.
Me parece que esta visión de las relaciones personales es negativa cuanto menos, podemos ver como José es infiel a su mujer y que el mismo recurre a una prostituta para satisfacer sus necesidades sexuales, por otra parte vemos como Purita se dedica a la prostitución con el fin de ganar algo de dinero para mantener a su familia y para conseguir cosas para la misma, esto se ve cuando por ejemplo, seduce a José para conseguir que meta a su hermano Paquito en la guardería. En resumen, podemos ver que las relaciones desde esta visión se basan en el dinero, la infidelidad y el interés y no en un amor real como tal.
El señor José tiene la otra mano en una liga de Purita. Purita, en el invierno, lleva liguero, las ligas redondas no se le sujetan bien porque está algo delgada. En el verano va sin medias; parece que no, pero supone un ahorro, ¡ya lo creo!
-Mi amigo hace lo que yo le mando, me debe muchos favores.
-¡Ojalá! ¡Dios te oiga!
-Ya lo verás como sí.
La chica está pensando, tiene la mirada triste, perdida. El señor José le separa un poco los muslos, se los pellizca.
-¡Con el Paquito en la guardería, ya es otra cosa!
El Paquito es el hermano pequeño de la chica. Son cinco hermanos y ella, seis: Ramón, el mayor, tiene veintidós años y está haciendo el servicio en África; Mariana, que la pobre está enferma y no puede moverse de la cama, tiene dieciocho; Julio, que trabaja de aprendiz en una imprenta, anda por los catorce; Rosita tiene once, y Paquito, el más chico, nueve. Purita es la segunda, tiene veinte años, aunque quizá represente alguno más. Los hermanos viven solos. Al padre lo fusilaron, por esas cosas que pasan, y la madre murió,tísica y desnutrida, el año 41.
A Julio le dan cuatro pesetas en la imprenta. El resto se lo tiene que ganar Purita a pulso, callejeando todo el día, recalando después de la cena por casa de doña Jesusa.
Los chicos viven en un sotabanco de la calle de la Ternera. Purita para en una pensión, asi está más libre y puede recibir recados por teléfono. Purita va a verlos todas las mañanas, a eso de las doce o la una. A veces, cuando no tiene compromiso, también almuerza con ellos; en la pensión le guardan la comida para que se la tome a la cena, si quiere. El señor José tiene ya la mano, desde hace rato, dentro del escote de la muchacha.
-¿Quieres que nos vayamos?
-¡Si tú quieres!
El señor José ayuda a Purita a ponerse el abriguillo de algodón.
-Sólo un ratito, ¿eh?, la parienta está ya con la mosca en la oreja.
-Lo que tú quieras.
-Toma, para ti.
El señor José mete cinco duros en el bolso de Purita, un bolso teñido de azul que mancha un poco las manos.
-Que Dios te lo pague.
A la puerta de la habitación, la pareja se despide.
-Oye, ¿cómo te llamas?
-Yo me llamo José Sanz Madrid, ¿y tú?, ¿es verdad que te llamas Purita?
-Sí, ¿por qué te iba a mentir? Yo me llamo Pura Bartolomé Alonso.
Los dos se quedan un rato mirando para el paragüero,
-Bueno, ¡me voy!
-Adiós, Pepe, ¿no me das un beso?
- Sí, mujer.-Oye, ¿cuando sepas algo de lo del Paquito, me llamarás?
-Si, descuida, yo te llamaré a ese teléfono.
TEXTO 2
1- ¿Qué relación hay entre Don Francisco y Merceditas?.
Merceditas es una niña huérfana de unos trece años que perdió a su familia en la guerra debido a la muerte de los mismos o a las emigraciones. Esta, vivía con la cuñada de su abuela, doña Carmen la cual es conocida por la gente como ''Pelo de muerta'', ella vendió a Merceditas a Don Francisco por unos cien duros para que pudiera tener relaciones sexuales con ella alegando antes que era virgen.
2- ¿Qué quiere decir Doña Carmen con "las primicias"?.
Como ya he dicho antes, Merceditas es una chica de unos trece años y que es virgen, por lo tanto a la hora de venderla, doña Carmen hace referencia a su virginidad con la palabra ''las primicias'' para darle un mayor valor monetario y sacar más provecho de la venta de la misma a Don Francisco.
Por la calle van cogidos de la mano, parecen un tío con una sobrina que saca de paseo.La niña, al pasar por la portería, vuelve la cabeza para el otro lado. Va pensando y no ve el primer escalón.
-¡A ver si te desgracias!
-No.
Doña Celia les sale a abrir.
-¡Hola, don Francisco!
-¡Hola, amiga mía! Que pase la chica por ahí, quería hablar con usted.
-¡Muy bien! Pasa por aquí, hija, siéntate donde quieras. La niña se sienta en el borde de una butaca forrada de verde. Tiene trece años y el pecho le apunta un poco, como una rosa pequeñita que vaya a abrir. Se llama Merceditas Olivar Vallejo, sus amigas le llaman Merce. La familia le desapareció con la guerra, unos muertos, otros emigrados. Merche vive con una cuñada de la abuela, una señora vieja llena de puntillas y pintada como una mona, que lleva peluquín y que se llama doña Carmen. En el barrio a doña Carmen la llaman, por mal nombre, "Pelo de muerta". Los chicos de la calle prefieren llamarle "Saltaprados".
Doña Carmen vendió a Merceditas por cien duros, se la compró don Francisco, el del consultorio.
Al hombre le dijo:
-¡Las primicias, don Francisco, las primicias! ¡Un clavelito!
Y a la niña:
-Mira, hija, don Francisco lo único que quiere es jugar, y además, ¡algún día tenía que ser!
¿No comprendes?
- La doble moral: Busca en qué consistía la moral del Nacional Catolicismo y explica si eran o no importantes las apariencias en la sociedad española de la época.
El Nacional Catolicismo doctrina y práctica nacida en la España Franquista, concretamente en su primer periodo que se caracterizaba por la estrecha relación entre el Estado y la Iglesia católica, y por la influencia de esta en la sociedad.
La doble moral era algo muy visto en la sociedad, mucha gente divulgaba algo como espantoso o mal visto pero luego eran los primeros en hacerlo. Las apariencias eran sumamente importantes por eso muchas personas tenían una doble moral, daban su cara buena a los demás pero luego eran los que no tardaban en romper esto con cosas mal vistas en la sociedad de la época.
Lee este texto y contesta las siguientes preguntas:
TEXTO 3
1- ¿Qué es la casa de Doña Celia?.
La casa de doña Celia a parte de ser su casa donde además viven dos niños que tomó de una sobrina que murió es un prostíbulo donde los señores que requerían de complacer sus necesidades sexuales acudían.
2-¿Por qué los niños se ponían contentos cuando llegaba algún señor?.
Los niños, cada vez que llegaba un señor a la casa de doña Celia se ponían muy contentos y gritaban por los pasillos porque eso significaba que un cliente iba a hacer uso de los servicios que allí se ofrecían y que eso significaba que iban a poder comer bien y estar con sus necesidades fundamentales satisfechas.
3-¿Qué es lo único que le preocupa a Doña Celia?.
Doña Celia pide a todos sus clientes que tengan algo de decencia a la hora de hacer uso de los servicios de su casa, dado que había niños en la misma. Seguramente estos supieran con exactitud que pasaba cuando un señor acudía pero ella pretendía que por lo menos no tuvieran que presenciarlo o escucharlo. Aquí vemos con claridad la doble moral de la época, ella acepta que tengan sexo mientras paguen, pero mira a otro lado y pide decencia.
4- ¿Dónde usa la ironía el narrador?
''La casa de doña Celia es una casa que rezuma ternura por todos los poros; una ternura, a veces, un poco agraz; en ocasiones, es posible que un poco venenosilla. ''
Aquí podemos ver como el autor de la obra nos muestra lo que es una casa de citas, lugar donde la gente paga para alquilar una habitación y tener relaciones sexuales.
''La casa de doña Celia es una casa que rezuma ternura por todos los poros; una ternura, a veces, un poco agraz; en ocasiones, es posible que un poco venenosilla. ''
Aquí podemos ver como el autor de la obra nos muestra lo que es una casa de citas, lugar donde la gente paga para alquilar una habitación y tener relaciones sexuales.
La casa de doña Celia es una casa que rezuma ternura por todos los poros; una ternura, a veces, un poco agraz; en ocasiones, es posible que un poco venenosilla. Doña Celia tiene recogidos dos niños pequeños, hijos de una sobrinita que murió medio de sinsabores y disgustos, medio de avitaminosis, cuatro o cinco meses atrás. Los niños, cuando llega alguna pareja, gritan jubilosos por el pasillo: "¡Viva, viva, que ha venido otro señor!" Los angelitos saben que el que entre un señor con una señorita del brazo significa comer caliente al otro día. Doña Celia, el primer dia que Ventura asomó con la novia por su casa, le dijo:
-Mire usted, lo único que le pido es decencia, mucha decencía, que hay criaturas. Por amor de Dios, no me alborote.
-Descuide usted, señora, no pase cuidado, uno es un caballero.
Ventura y Julita solían meterse en la habitación a las tres y media o cuatro y no se marchaban hasta dadas las ocho. No se les oía ni hablar; así daba gusto.
TEXTO 4
1- ¿Por qué se prostituye Victorita?. 2- ¿Se avergüenza de ello?.
Victoria se prostituye para poder conseguir el dinero para pagar las medicinas de su marido, dado que está enfermo, la misma, no se avergüenza de nada a la hora de hacerlo ni de pregonarlo por ahí, alega que hace mucho que no sabe lo que es un hombre y necesita ese dinero cuanto antes, está completamente desesperada de conseguir esas medicinas y hará lo que sea necesario.
3- ¿Dónde se ve la hipocresía de Doña Ramona?.
En el fragmento de esta novela de Cela podemos ver como en un determinado instante se hace referencia a que Doña Ramona es una alcahueta (persona que concierta, encubre o facilita una relación amorosa, generalmente ilícita.) y se está quejando de como habla Victoria a la hora de decir algo de su profesión y de las cosas que hace, esto se puede relacionar con una de las preguntas respondidas anteriormente en la que podemos ver que en esta época tiene mucha importancia la apariencia.
4- ¿Cuál crees que es la opinión de Cela respecto a las dos mujeres: las trata igual, por qué?.
Creo que Cela pretende dar la visión de que una, Victoria concretamente, trabaja en algo deshonrado con el fin de comprar las medicinas para su novio y así poder salvarlo, es decir, que se sacrifica en cierto modo por este, mientras que Doña Ramona es una alcahueta que utiliza a sus mujeres para a costa de ellas sacar beneficio y que encima intenta dar una buena apariencia a la gente rechazando ideas como la prostitutción.
Victorita se fue a la calle de Fuencarral, a la lechería de doña Ramona Bragado, la antigua querida de aquel señor que fue dos veces Subsecretario de Hacienda.
-¡Hola, Victorita! ¡Qué alegría más grande me das!
-Hola, doña Ramona.
Doña Ramona sonríe, meliflua, obsequiosa.
-¡Ya sabía yo que mi niña no había de faltar a la cita! Victorita intentó sonreír también.
-Sí, se ve que está usted muy acostumbrada.
-¿Qué dices?
-Pues ya ve, ¡nada!
-¡Ay, hija, qué suspicaz!
Victorita se quitó el abrigo, llevaba el escote de la blusa desabrochado y tenía en los ojos una mirada extraña, no se sabría bien si suplicante, humillada o cruel.
-¿Estoy bien así?
-Pero hija, ¿qué te pasa?
-Nada., no me pasa nada.
Doña Ramona, mirando para otro lado, intentó sacar a flote sus viejas mañas de componedora.
-¡Anda, anda! No seas chiquilla. Anda, entra ahí a jugar a las cartas con mis sobrinas.
Victorita se plantó.
-No, doña Ramona. No tengo tiempo. Me espera mi novio. A mi, ¿sabe usted?, ya me revienta andar dándole vueltas al asunto, como un borrico de noria. Mire usted, a usted y a mi lo que nos interesa es ir al grano, ¿me entiende?
-No, hija, no te entiendo. Victorita tenía el pelo algo revuelto.
-Pues se lo voy a decir más claro: ¿dónde está el cabrito?
Doña Ramona se espantó.
-¿Eh?
-¡Que dónde está el cabrito! ¿Me entiende? ¡Que dónde está el tío!
-¡Ay, hija, tú eres una golfa!
-Bueno, yo soy lo que usted quiera, a mí no me importa. Yo tengo que tirarme a un hombre para comprarle unas medicinas a otro. ¡Venga el tío!
-Pero, hija, ¿por qué hablas así? Victorita levantó la voz.
-¡Pues porque no me da la gana de hablar de otra manera, tía alcahueta! ¿Se entera? ¡Porque no me da la gana!
Las sobrinas de doña Ramona se asomaron al oír las voces. Por detrás de ellas sacó la jeta don Mario.
-¿Qué pasa, tía?
-¡Ay! ¡Esta mala pécora, desagradecida, que quiso pegarme!
Victorita estaba completamente serena. Poco antes de hacer alguna barbaridad, todo el mundo está completamente sereno. O poco antes, también, de decidirse a no hacerla.
-Mire usted, señora, ya volveré otro día, cuando tenga menos clientas.
La muchacha abrió la puerta y salió. Antes de llegar a la esquina la alcanzó don Mario. El hombre se llevó la mano al sombrero.
-Señorita, usted perdone. Me parece, ¡para qué nos vamos a andar con rodeos!, que yo soy un
poco el culpable de todo esto. Yo...
Victorita le interrumpió.
-¡Hombre, me alegro de conocerlo! ¡Aquí me tiene! ¿No me andaba buscando? Le juro a usted que jamás me he acostado con nadie más que con mi novio. Hace tres meses, cerca de cuatro, que no sé lo que es un hombre. Yo quiero mucho a mi novio. A usted nunca lo querré, pero en cuanto me pague me voy a la cama. Estoy muy harta. Mi novio se salva con unos duros. No me importa ponerle los cuernos. Lo que me importa es sacarlo adelante. Si usted me lo cura, yo me lío con usted hasta que usted se harte.
La voz de la muchacha ya venia temblando. Al final se echó a llorar.
-Usted dispense...
Don Mario, que era un atravesado con algunas venas de sentimental, tenía un nudo en la garganta.
-¡Cálmese, señorita! Vamos a tomar un café, eso le sentará bien.
En el Café, don Mario le dijo a Victorita:
-Yo te daría dinero para que se lo llevases a tu novio, pero, hagamos lo que hagamos, él se va a creer lo que le dé la gana, ¿no te parece?
-Sí, que se crea lo que quiera. Ande, lléveme usted a la cama.
- La existencia humana: ¿ Qué visión tiene Cela de la existencia de sus personajes: cómo es su vida, tienen expectativas de futuro, ilusiones, etc?.
La mayoría de los personajes de Cela por no decir todos, tienen una existencia basada en el pesimismo, la tristeza y la desesperación por cualquier cosa, esto lo podemos ver en este fragmento bastante bien dado que la vida de Victoria es triste, en gran parte desagradable por el trabajo que ejerce y una llena de desesperaciones, desesperaciones que la llevan a hacer cualquier cosa con tal de ganar el dinero para las medicinas de su marido. Por otra parte, vemos como además de todo esto, los personajes de Cela no tienen aspiraciones de futuro algunas y es que todos han perdido la esperanza, aquí es donde se muestra el pesimismo, otro de los temas de sus obras.
Lee los siguientes fragmentos y contesta las siguientes preguntas:
TEXTO 5
1- ¿Cómo es la actitud ante la vida de los clientes que pasan las horas muertas en el café?. 2- ¿Cómo son sus conversaciones? 3- ¿Te recuerda esta actitud a otra ya vista el pasado trimestre?. ¿Cuál?
Los clientes de los cafés son personas que tienen una actitud completamente pasiva ante la vida, creen que las cosas pasan porque tienen que pasar y que no merece la pena malgastar el tiempo intentando cambiarlas, esperan los cambios sin más, sin importarles si son malos o buenos, simplemente esperan y reflexionan sobre sus cosas.
Este pasotivismo y pesimismo del que venimos hablando desde hace tiempo se muestra también en las conversaciones que mantienen, que a parte de ser cortas, tratan sobre temas pesimistas o tristes como la muerte de un niño que nadie recuerda o sobre el suministro disponible para la subsistencia.
Si nos fijamos correctamente, aunque tampoco hay que poner tanta atención, la actitud de las personas de los cafés es muy parecida a la que vimos con Baroja en un fragmento sobre la ciudad de Alcolea.
4- ¿Qué crees que pueden simbolizar los cafés en la novela?.
Creo que puede simbolizar el pasotivismo que tiene la sociedad ante los problemas de España y los problemas de lo que es la propia sociedad, la gente no toma importancia de las cosas que pasan, simplemente las aceptan sin pensar si quiera en intentar cambiarlas porque creen que es perder el tiempo.
Los clientes de los Cafés son gentes que creen que las cosas pasan porque sí, que no merece la pena poner remedio a nada. En el de doña Rosa, todos fuman y los más meditan, a solas, sobre las pobres, amables, entrañables cosas que les llenan o les vacían la vida entera. Hay quien pone al silencio un ademán soñador, de imprecisa recordación, y hay también quien hace memoria con la cara absorta y en la cara pintado el gesto de la bestia ruin, de la amorosa, suplicante bestia cansada: la mano sujetando la frente y el mirar lleno de amargura como un mar encalmado.
Hay tardes en que la conversación muere de mesa en mesa, una conversación sobre gatas paridas, o sobre el suministro, o sobre aquel niño muerto que alguien no recuerda, sobre aquel niño muerto que, ¿no se acuerda usted?, tenia el pelito rubio, era muy mono y más bien delgadito, llevaba siempre un jersey de punto color beige y debia andar por los cinco años. En estas tardes, el corazón del Café late como el de un enfermo, sin compás, y el aire se hace como más espeso, más gris,.
TEXTO 6
1- ¿Qué visión nos ofrece Cela de la existencia humana a través de la forma de jugar que tienen estos niños?
Cela nos ofrece una visión sobre la existencia humana que ya he comentado anteriormente, en este fragmento podemos ver como dos niños juegan a un mismo juego toda la tarde sin variar en nada, todo ello con el fin de divertirse, pero no lo consiguen dado que se les hace monótono. A parte de esta visión monótona sobre la vida nos muestra de nuevo ese pasotivismo del que ante hablamos, los niños no hacen nada para solucionar su aburrimiento aún sabiendo que es porque lo que hacen es repetitivo, creen que es inútil perder el tiempo en intentar cambiarlo. Un claro ejemplo de la vida y actitud de la sociedad española de la época.
Dos niños de cuatro o cinco años juegan aburridamente, sin ningún entusiasmo, al tren por entre las mesas. Cuando van hacia el fondo, va uno haciendo de máquina y otro dé vagón. Cuando vuelven hacia la puerta, cambian. Nadie les hace caso, pero ellos siguen impasibles, desganados, andando para arriba y para abajo con una seriedad tremenda. Son dos niños ordenancistas, consecuentes, dos niños que juegan al tren, aunque se aburren como ostras, porque se han propuesto divertirse y, para divertirse, se han propuesto, pase lo que pase, jugar al tren durante toda la tarde. Si ellos no lo consiguen, ¿qué culpa tienen? Ellos hacen todo lo posible.
TEXTO 7
1- ¿Cómo es la vida de Elvira? 2-¿Hace algo para salir de ella?
La vida de Elvira es una vida monótona, pasiva, en cierto modo desagradable, tanto que ni merecía la pena vivirla, una vida en la que se hace únicamente lo que surge o esté a su alcance.
Sin embargo, a pesar de ser una vida tan amarga, Elvira no hace nada por salir de sus problemas, de su monotonía constante, simplemente espera sentada en el café fumando o leyendo cualquier novela, nuevamente se muestra el pasotivismo y la monotonía de la sociedad en esta época.
3-¿Qué crees que significa "que está a lo que caiga"?
''Que está a lo que caiga'' significa que espera sin más a que alguno de los hombres quiera estar con ella.
La señorita Elvira se calla y sigue fumando. Hoy está como algo destemplada, siente escalofríos y nota que le baila un poco todo lo que ve. La señorita Elvira lleva una vida perra, una vida que, bien mirado, ni merecía la pena vivirla. No hace nada, eso es cierto, pero por no hacer nada, ni come siquiera. Lee novelas, va al Café, se fuma algún que otro tritón y está a lo que caiga. Lo malo es que lo que cae suele ser de Pascuas a Ramos, y para eso, casi siempre de desecho de tienta y defectuoso.
TEXTO 8
1- Este es el último párrafo de la novela: ¿Qué visión nos ofrece Cela de las vida en esa España de posguerra?Pincha este enlace y verás este texto en la secuencia final de la película: Final de La colmena
En este último párrafo de La Colmena, Cela nos ofrece de nuevo esa visión monótona, pasotiva y pesimista de la sociedad española.
''esos mirares que jamás descubren horizontes nuevos, paisajes nuevos, nuevas decoraciones.''
En este estracto podemos ver como Cela nos ofrece la visión del pasotivismo ante esa monotonía constante de la vida, la sociedad no lucha ni intenta descubrir algo que pueda cambiar su situación, simplemente esperan.
''La mañana, esa mañana eternamente repetida''
Finalmente, en este otro estracto, vemos como Cela hace referencia a la monotonía de la que llevamos hablando preguntas atrás.
La mañana sube, poco a poco, trepando como un gusano por los corazones de los hombres y de las mujeres de la ciudad; golpeando, casi con mimo, sobre los mirares recién despiertos, esos mirares que jamás descubren horizontes nuevos, paisajes nuevos, nuevas decoraciones. La mañana, esa mañana eternamente repetida, juega un poco, sin embargo, a cambiar la faz de la ciudad, ese sepulcro, es cucaña, esa colmena...
¡Que Dios nos coja confesados!
2.2.6- ¿Qué novedades aporta respecto a las técnicas narrativas empleadas: orden cronológico, uso de secuencias, tipo de narrador, etc?
En unas ocasiones hallamos la presencia de un narrador omnisciente que sabe lo que piensan, sienten o sueñan los personajes y que conoce su historia. Incluso en alguna ocasión parece saber más del interior del personaje que el propio personaje. La omnisciencia del narrador se percibe asimismo en el detalle de los datos que ofrece acerca de los personajes, remontándose incluso al pasado ofreciendo con gran detalle datos acerca de su vida. Algunos personajes son presentados con una estética deformante que pretende asimilarse al esperpento.
El autor opina y juzga a los personajes directamente y se manifiesta en ocasiones en el uso de la primera persona.
Pero en muchas ocasiones aparece un narrador en tercera persona objetivo. Hay secuencias en las que sólo se registra el exterior de los personajes y sus palabras. En estos casos la técnica empleada se acerca a la cinematográfica.
A veces el narrador muestra su desconocimiento de las cosas por medio de expresiones como: “parece ser que...”, “nadie sabe por qué...”, “según dicen por el barrio...”. Incluso parece desconocer los personajes: ”un señor de barbita blanca...”,”un jovencito melenudo...”. En estas ocasiones actúa como un narrador testigo.
En lo referente a las técnicas de expresión predomina el diálogo sobre todo de tipo coloquial. Muchas veces el narrador desaparece para dejar actuar a los personajes. Las descripciones también son frecuentes y en ellas predomina el subjetivismo. Normalmente no se describe un personaje o un ambiente de una vez, sino que se van mostrando pinceladas dispersas que acaban por componer la imagen de lo que se quiere describir.
2.3- Explica las principales características de la novela social y pon el nombre de sus principales representantes.
1.-Se da una preferencia por personajes colectivos, por lo que resulta difícil hablar de auténticos caracteres: grupos de empleados, de mineros, de temporeros, etc, que suelen enfrentarse a sus jefes. Es frecuente un fuerte maniqueísmo que opone buenos (obreros) a malos (clases dirigentes). Puede haber también un personaje representativo, que sería la síntesis de una clase o grupo. La profundización psicológica es muy escasa, ya que no interesan los conflictos interiores sino la representación social.
2.- Existe una eliminación del análisis psicológico de los personajes: el mundo interior de los personajes no interesa al autor, no intenta profundizar en el pensamiento o en las motivaciones de sus personajes. Los personajes se definen por lo que hacen y por lo que dicen. De ahí la importancia del diálogo, que refleja el lenguaje coloquial, reproduciendo con exactitud giros y expresiones de uso corriente.
3.- El espacio y el tiempo son reducidos: son frecuentes los espacios no muy amplios (una casa, algunos barrios, un sector de un pueblo) en los que se desarrolla una historia que dura poco tiempo (un día, por ejemplo), ya que lo que se pretende es dar un valor genérico y típico a los sucesos, de modo que lo que pasa en la novela es lo que ocurre en cualquier lugar y momento en España.
4.- Tenemos un argumento sencillo: no se plantean grandes conflictos morales. El argumento consiste en una acumulación de pequeñas situaciones intrascendentes.
5.- La sociedad deja de ser un simple marco en el que se desarrolla la historia para convertirse en el tema de la novela. Entre sus temáticas tenemos: la vida en el campo, el mundo del trabajo, la vida en las ciudades y el mundo burgués.
6- No se demuestra un gran interés por los aspectos formales, ya que lo que interesa principalmente es el contenido. La forma del relato es con frecuencia la de una historia lineal, el lenguaje tampoco les preocupa demasiado, adoptando normalmente un estilo directo, lo cual a veces desembocará en un empobrecimiento.
Sus representante son: Camilo José Cela, Luis Romero, Miguel Delibes, José Suárez Carreño, Josep Maria Castellet y Juan Goytisolo.
2.4- ¿Qué diferencias hay entre las novelas sociales del realismo crítico y del neorrealismo (también conocido como objetivismo)?
En las novelas sociales podemos distinguir dos corrientes distintas:
El neorrealismo, en el que el testimonio de los escritores es solidario con el sufrimiento humano . Se propone dar un simple testimonio de una determinada situación, casi siempre de injusticia social, pero sin dar mensajes políticos.
Esto hizo que, en muchos casos, los relatos cayeran en el maniqueísmo que he mencionado anteriormente: los obreros se presentaban como explotados pero capaces de ser bondadosos, los burgueses, por el contrario son egoístas y crueles, muchas veces ociosos.
En la práctica es difícil establecer una frontera entre unos y otros pues no cabe duda de que detrás del neorrealismo existía una clara intención crítica.
- A continuación, tienes dos fragmentos correspondientes a dos novelas representativas de ambas tendencias (realismo crítico y neorrealismo u objetivismo). Di a cuál pertenece una y otra y justifica por qué, teniendo en cuanta las diferencias de que las que has hablado antes. Luego responde a las siguientes preguntas.
La primera obra es El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, esta es una de las novelas más importantes de toda la posguerra por el impacto que causó en el momento de su aparición. En ella, no ocurren hechos de consideración, vemos la conversación de los protagonistas que hablan de asuntos de escaso interés. De esta forma, Ferlosio pretende mostrarnos unas vidas carentes de interés, incapaces de rebelarse contra un futuro que parece predeterminado, representativas de la sociedad actual. La crítica de la sociedad no aparece de modo expreso ni directo, sino que se desprende de la presentación objetiva de unas actuaciones que reflejan la rutinaria existencia de unos muchachos. El diálogo es la técnica narrativa dominante: por medio de las conversaciones de los personajes se muestra lo que se ve, lo que se oye, sin penetrar en la interioridad de los protagonistas. El narrador sólo ofrece lo externo como si fuera una cámara cinematográfica. En resumen, pertenece al neorrealismo.
La segunda obra es ''La Mina'' de Armando López Salinas que se inscribe en el realismo social y cuenta la peripecia de un hombre de campo que emigra con su familia a las minas de Puertollano huyendo de la miseria. Utiliza el punto de vista de un narrador omnisciente y aprovecha la corriente de pensamiento de varios personajes para describirlos con precisión. Hay un buen número de caracteres perfilados con sus motivaciones y su forma de ver las cosas; no hay buenos y malos sin más, sino personas complejas y con sus maneras de ver la vida. Las descripciones son muy buenas, certeras y coloridas, recuerdan a las típicas de la generación del 98, especialmente a Azorín. Tiene una capacidad de síntesis que hace que sea un texto recortado, casi resumido, en el que pasan y se cuentan un montón de cosas en pocas páginas, lo que la convierte en una novela muy dinámica. Como ya mencioné antes, pertenece al realismo social.

El Jarama
TEXTO 1: EL JARAMA, Rafael Sánchez Ferlosio
1- ¿En algún momento de este texto se puede ver una opinión del autor sobre la juventud española?.
Como ya he mencionado anteriormente, las críticas hacia la sociedad como puede ser hacia la juventud española no aparecen de manera directa sino de un modo más objetivo que refleja la rutina de la existencia de estos jóvenes. Para saber como tal su idea sobre los jóvenes de España tendremos que introducirnos en el diálogo que será la pieza fundamental para poder interpretar su opinión. Sin embargo, a lo largo de este diálogo lo que se pretende es que cada uno interprete esto a su manera mediante las sugerencias que hace el autor, dado que el neorrealismo no busca interferir en las opiniones de los demás.
2- Sin embargo, es evidente que una vez leído el texto me queda una idea clara de cómo era para Sánchez Ferlosio esa juventud: ¿tiene inquietudes intelectuales? ¿tiene temas de conversación interesantes? ¿crees que es una juventud concienzada con la situación de España en aquellos momentos? ¿con esta juventud el Régimen de Franco tiene posibilidades de venirse abajo?.
Como ya he dicho en la pregunta anterior, el autor nos sugiere su manera de ver la juventud de la época, tras leer el texto que se me expone lo que saco en conclusión es que la juventud de la época no tenía aspiraciones o intereses de cambio, simplemente esperaban con pasotivismo a que las cosas pasasen y por lo tanto es una jueventud cuanto menos preparada para derribar un régimen dictatorial como el de Franco, dado que carecen de ganas, aspiración y conocimientos.
3- ¿Cómo crees que logra Sánchez Ferlosio darnos esta visión de la juventud española sin decírnoslo directamente?.
Anteriormente dije que era fundamental el diálogo en este texto para darnos cuenta de su visión sobre la juventud de la época, es algo de lo que hacen uso los escritores del neorrealismo. En este caso vemos como los jóvenes hablan de temas poco interesantes y que presentan ese pasotivismo muchas veces mencionado.
Desde el suelo veía la otra orilla, los párpados del fondo y los barrancos ennegrecidos, donde la sombra crecía y avanzaba invadiendo las tierras, ascendiendo las lomas, matorral a matorral, hasta adensarse por completo; parda, esquiva y felina oscuridad, que las sumía en acecho de alimañas. Se recelaba un sigilo de zarpas, de garras y de dientes escondidos, una noche olfativa, voraz y sanguinaria, sobre el pavor de indefensos encames maternales; campo negro, donde el ojo de cíclope del tren brillaba como el ojo de una fiera.
—Bueno, cuéntame algo.
Aún había muchos grupos de gente en la arboleda; se oía en lo oscuro la musiquilla de una armónica. Era una marcha lo que estaban tocando, una marcha alemana, de cuando los nazis.
—Anda, cuéntame algo, Tito.
—Que te cuente, ¿el qué?
—Hombre, algo, lo que se te ocurra, mentiras, da igual. Algo que sea interesante.
—¿Interesante? Yo no sé contar nada, vamos, qué ocurrencia. ¿De qué tipo? ¿Qué es lo interesante para ti, vamos a ver?
—Tipo aventuras, por ejemplo, tipo amor.
—¡Huy, amor! — sonreía, sacudiendo los dedos —. ¡No has dicho nada! ¿Y de qué amor? Hay muchos amores distintos.
—De los que tú quieras. Con que sea emocionante.
—Pero si yo no sé relatar cosas románticas, mujer, ¿de dónde quieres que lo saque? Eso, mira, te compras una novela.
—¡Bueno! Hasta aquí estoy ya de novelas, hijo mío. Ya está bien de novelas, ¡bastante me tengo leídas! Además eso ahora, ¿qué tiene que ver?, que me contaras tú algún suceso llamativo, aquí, en este rato.
Tito estaba sentado, con la espalda contra el tronco; miró al suelo, hacia el bulto de Lucita, tumbada a su izquierda; apenas le entreveía lo blanco de los hombros, sobre la lana negra del bañador, y los brazos unidos por detrás de la nuca.
—¿Y quieres que yo sepa contarte lo que no viene en las novelas? — le dijo —. ¿Qué me vas a pedir?, ¿ahora voy a tener más fantasía que los que las redactan? ¡Entonces no estaba yo despachando en un comercio, vaya chiste!
—Por hacerte hablar, ¿qué más da?, no cuentes nada. Pues todas traen lo mismo, si vas a ver, tampoco se estrujan los sesos, unas veces te la ponen a Ella rubia y a Él moreno, y otras sale Ella de morena y Él de rubio; no tienen casi más variación...
Tito se reía:
—¿Y pelirrojas nada? ¿No sacan nunca a ningún pelirrojo?
—¡Qué tonto eres! Pues vaya una novela, una en que figurase que Él era pelirrojo, qué cosa más desagradable. Todavía si lo era Ella, tenía un pasar.
—Pues un pelaje bien bonito — se volvía a reír —. ¡Pelo zanahoria!
—Bueno, ya no te rías, para ya de reírte. Déjate de eso, anda, escucha, ¿me quieres escuchar?
—Mujer, ¿también te molesta que me ría? Lucita se incorporaba; quedó sentada junto a Tito; le dijo:
—Que no, si no es eso, es que ya te has reído; ahora otra cosa. No quería cortarte, sólo que tenía ganas de cambiar. Vamos a hablar de otra cosa.
—¿De qué?
—No lo sé, de otra cosa. Tito, de otra cosa que se nos ocurra, de lo que quieras. Oyes, déjame un poco de árbol, que me apoye también. No, pero tú no te quites, si cabemos, cabemos los dos juntos. Sólo un huequecito quería yo.
TEXTO 2: LA MINA, Armando López Salinas
1- ¿Qué opina Laureano sobre las injusticias sociales?. 2-¿Crees que confía en que se pueda acabar con ellas?.
En este texto de la obra ''La Mina'' podemos ver que Laureano uno de los personajes se siente indignado ante el uso del dinero de los ricos, dice que unos tienen mucho dinero y que otros directamente no tienen, pero que los que lo tienen en vez de invertirlo en algo de provecho lo utilizan para hacer lo que les plazca. Ve que al pobre no se le toma en cuenta para nada y cree que es necesario un cambio, un cambio que se ha de realizar tiempo al tiempo, porque nada en el mundo es simpre igual, todo tiene su inicio y su fin y siempre que hay un fin hay espacio para algo mejor, esto lo podemos ver con su última intervención en la que comenta que antes el mundo era plano pero ahora redondo, que antes había reyes y que ahora solo hay un par, etc. Es un mensaje más directo a través del diálogo por eso y por otras características se relaciona con el realismo social.
3- ¿Quién crees que, en realidad, nos está transmitiendo estas ideas?.
El autor, Armando López Salinas nos está transmietiendo estas ideas mediante los diálogos de Laureano, una persona que por sus palabras parece culta y que si la vemos en contraste con los demás personajes es una persona que intenta buscar una solución a sus problemas, un cambio, cosa que rompe con el pasotivismo de los demás personajes y de la sociedad Española. Como ya he dicho anteriormente, es por esto por lo que se le clasifica como un escritor de realismo social, dado que pretende transmitirnos un mensaje de una manera más directa para influir en nuestra opinión.
—A mí me gustaría que nuestros hijos pudieran estudiar, que fueran algo en la vida —intervino Angustias.
—A mí no me parece mal que la gente tenga dinero; teniendo lo mío, no envidio a nadie. Lo que tenían que hacer los ricos es dar trabajo y no meter el dinero en el Banco —aseveró Joaquín.
—Lo tuyo, lo tuyo... ¿Qué es lo tuyo y qué es lo mío, «Granadino»? Tú eres un alma cándida. ¿Te crees que los ricos quieren el dinero para hacer obras de caridad? Lo quieren porque el dinero da el poder. Tienes dinero y le dices a un hombre que baile, y baila. ¿Se te encapricha cambiar las leyes o hacerlas a tu medida? Pues las cambias. ¿Quieres acostarte con una mujer, no importa cuál? Con billetes hay pocas que se resistan. El pobre, métetelo en la cabeza, vive si le dejan, y si no le dejan, ¡cágome en...!, lo entierran, y tal día hará un año.
—Laureano piensa mucho, pero ve la vida por el lao malo —intervino la mujer del «Asturiano».
—¿Por cuál lao la voy a ver? Por el que tiene.
—Yo digo que mientras se pueda ir tirando no hay que meterse en líos y dar gracias a Dios —dijo Angustias.
—Siempre ha habido ricos y pobres —afirmó Joaquín.
—Y antes mandaban los reyes, y ahora casi no hay más reyes que los cuatro de la baraja. Y decían que el mundo era plano, y resultó redondo y da vueltas alrededor del sol. Cada cosa es verdad en su tiempo. No hay más verdad que ésta: el hombre lo ha hecho todo y lo cambia todo. Yo he visto y leído mucho. Yo no soy un político ni un paniaguas de nadie; pero siempre le estoy dando vueltas a la cabeza pensando en las cosas. Mercedes dice que soy un tostón y que aburro a todo Dios.
3- LA RENOVACIÓN NARRATIVA EN ESPAÑA: DE 1960 A 1975
3.1- ¿Qué causas sociales, políticas y económicas explican la renovación de la novela española en la década de los 60?. 3.2- ¿Qué causas literarias explican esta renovación: por qué se agota la fórmula de la novela social. 3.3- ¿A qué generaciones pertenecen los autores que cultivan este tipo de novela?
Los años sesenta se inician con el predominio de las formas realistas de intencionalidad social, poco a poco a lo largo de la década comienzan a manifestarse signos de cansancio del realismo dominante en la novela española.
Por otro lado, se producen en España cambios sociales y económicos que van a contribuir a ello: el turismo supone el conocimiento de unas costumbres hasta entonces desconocidas y la nueva Ley de Prensa de 1966 que hace menos rígida la censura y posibilita que las editoriales abran sus puertas a escritores extranjeros que antes se habían leído clandestinamente. Por tanto, nuestros escritores tienen cada vez más en cuenta las aportaciones de los grandes novelistas extranjeros. El desarrollo social de países europeos y de EEUU había permitido que ya entonces surgieran las primeras novelas precursoras de una importante renovación formal.
Estos novelistas extranjeros rompen con las constantes de la novela realista.
La fecha que se toma como partida de esta renovación es 1962 con la publicación de ''Tiempo de silencio'' de Luis Martín Santos. Aunque el autor es de la misma generación que los novelistas sociales, con lo que comparte la misma visión crítica del país, introdujo importante novedades tanto temáticas como en lo referente a las técnicas narrativas.
Fue tal el impacto de esta novela que los escritores españoles poco a poco, a lo largo de la década de los 60, irán dando prioridad a la experimentación formal frente al mero testimonio social.
Nos encontramos, en un momento de búsqueda de nuevos caminos narrativos a los que no van a ser ajenos varios novelistas de la primera promoción de posguerra como Cela, Delibes, Mario o Torrente Ballester.
En cuanto a los cultivadores de la novela social, muchos permanecerán varios años sin publicar obras dedicadas a la reflexión personal acerca de los nuevos caminos narrativos que iban a adoptar. Este es el caso de Juan Goytisolo, Caballero Bonald o García Hortelano, que, tras algunos años de silencio, terminan incorporándose con una estructura formal, un lenguaje y unos temas completamente nuevos.
Por otro lado, a finales de los años 60 aparecen nuevos narradores que van a publicar sus primeras obras entre 1968 y 1975: Eduardo Mendoza, José María Guelbenzu, Francisco Umbral, Manuel Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Javier Marías, José María Vaz de Soto, etc. Conforman la llamada Generación del 68.
Un denominador común a todos ellos es su niñez, formación y desarrollo a lo largo de la dictadura de Franco y su paso por las universidades coincidiendo con las primeras revueltas universitarias. Con sus primeras novelas, van a contribuir a este proceso de renovación formal en la que se da prioridad a la estructura novelesca, a las técnicas narrativas y al lenguaje a costa de la presentación de una historia.
3.4- Explica en qué consisten las principales innovaciones técnicas que se emplean en la novela española de los años sesenta.
La renovación de la novela contemporánea ha sido el resultado de adaptar un género literario a los nuevos tiempos. Al hombre del siglo XX el mundo se le aparece como una realidad oscura, contradictoria y desconcertante que exige ser representado por una forma también compleja y oscura. De ahí la dificultad que muchas novelas contemporáneas presentan para el lector, quien recobra en su lectura un papel mucho más activo.
Los novelistas introducen una serie de innovaciones que obligarán al lector a colaborar en la creación artística. Ahora las novelas exigirán un esfuerzo constante de identificación de tiempos, lugares y personajes.
Argumento: Lo principal no es ya la historia que se narra, sino la forma, el cómo se narra. En muchas ocasiones, el argumento apenas existe, no es más que una excusa para elaborar artificiosos juegos formales. Es frecuente la mezcla desordenada de diálogos, monólogos, comentarios del narrador, etc. El lector tendrá que reconstruir lo que le han dado de forma fragmentada y desordenada, porque la vida es también desordenada.
En ocasiones puede ocurrir que se combinen y alternen varias historias en lo que se conoce técnica del contrapunto.
El personaje: ahora son frecuentes los personajes dudosos, contradictorios, que son héroes en un capítulo para convertirse en mezquinos en el siguiente. Son personajes misteriosos y antihéroes, de los que sólo se conoce una parte de su personalidad y de los que desconocemos muchas cosas de su pasado. En el momento de aparecer se nos da algún detalle y luego le iremos conociendo más a fondo por sus actuaciones a lo largo de la novela.
Tiempo: al novelista del siglo XX le interesa el tiempo vital como es vivido por los personajes. El desorden cronológico es una de las características de la novela actual, ya que la memoria humana no siempre ordena sus evocaciones. Así, se dan rupturas temporales, anticipaciones y retrospecciones (flashbacks).
Narrador: Se abandona la omnisciencia y se combinan distintos puntos de vista, de manera que el narrador sólo cuenta lo que un determinado personaje conoce (narrador selectivo). Se convierte al narrador en una cámara cinematográfica que se limita a contar lo que ve (técnica behaviorista o conductista. También se presenta un mismo hecho desde distintos puntos de vista (perspectivismo múltiple). Se hace uso de la segunda persona, de manera que el protagonista se dirige a sí mismo como si desdoblara su personalidad. Se utiliza la primera persona en lo que se conoce como monólogo interior. El monólogo interior consiste en reproducir en primera persona los pensamientos callados de los personajes, tal como surgen en su conciencia.
Lenguaje: Cualquier clase de estilo es válido. Se tiende a borrar la frontera entre la prosa y el verso, pues el lenguaje poético penetra abundantemente en la novela.
3.5- TIEMPO DE SILENCIO
3.5.1- Autor y fecha de publicación. 3.5.2- ¿Cuál es la importancia de esta novela en la narrativa española en la década de los sesenta?
''Tiempo de Silencio'' fue una obra publicada por Luis Martín Santos en 1962. Esta, fue para la novela social lo que el Quijote para los libros de caballería. Martín Santos, a pesar de su ideología, sometió a la novela social a una demoledora crítica y, al mismo tiempo, abrió nuevos caminos a la novela española. Fue tal su repercusión que, después de ella, apenas aparecerán novelas sociales y la mayoría de los escritores se sumaron a la tendencia renovadora. Es por esto que la novela de ''Tiempo de Silencio'' es de una gran importancia en la narrativa de los sesenta.

Luis Martín Santos
3.5.3- Explica brevemente el argumento
Pedro, un joven médico que investiga sobre el cáncer en un laboratorio, necesita ratones para proseguir sus experimentos. Amador, su ayudante, le pone en contacto con el Muecas, un pariente suyo que vive con su familia en una chabola. Una noche, el Muecas pide a Pedro que preste atención a su hija, quien sufría una fuerte hemorragia como consecuencia de un aborto provocado por su padre, que la había dejado embarazada. Florita muere, y Pedro es detenido por la policía. Tras demostrar su inocencia le dejan en libertad, pero es expulsado del laboratorio. Pedro accede a casarse con Dorita, hija de la dueña de su pensión. Sin embargo, Dorita va a ser asesinada por Cartucho, quien quería vengarse de Pedro por creerle culpable de la muerte de Florita, su novia. Desolado, el protagonista vuelve a su pueblo a ejercer la medicina.
Aborto de Florita
3.5.4- Principales innovaciones:
- Temáticas: ¿En qué se diferencia su forma de afrontar los problemas sociales de España respecto a las novelas sociales de la década anterior?.
Las novelas sociales de la década anterior simplemente diferenciaban a la sociedad en dos bloques, los ricos y los pobres, en esta obra, Martín Campos utiliza este argumento para realizar un repaso de los diferentes grupos sociales del Madrid de los años cuarenta: la alta burguesía, los intelectuales de clase media, la pequeña burguesía y los grupos marginales. Pero frente a la simplicidad intelectual de muchas novelas sociales que simplificaban los problemas sociales a un enfrentamiento entre buenos y malos, ''Tiempo de silencio'' muestra cómo también los más humildes, presentaban graves lacras humanas. Por tanto, el trasfondo es sumamente pesimista con el ser humano. Lo que pretende dejar claro Martín Santos es que los condicionamientos sociales no son los únicos aspectos de la realidad del hombre que determinan su comportamiento y, por tanto, sus éxitos o sus fracasos.
- Explica todo lo que critica de España y di a quién echa las culpas de la situación del país?. - ¿A qué generación vista este año te recuerda esta visión del país?
Para el autor el gran problema de la cultura española son sus propios integrantes, ese pueblo adocenado, inculto y vividor que se ha cortado las alas a sí mismo y que ha perdido toda oportunidad de madurar y progresar. Haciendo un paralelismo entre el cáncer que para el protagonista resulta ser el más serio flagelo de la Humanidad, el autor quiere evidenciar la existencia en España de otros cánceres corrosivos, tan devastadores como: la falta de cultura de la sociedad española, la limitación o ausencia de subvenciones estatales para los investigadores, la abulia de un pueblo frente a unas estructuras políticas que no le dejan desarrollarse, etc. El mundo intelectual y científico cae también bajo su crítica hacia la burla y el descrédito: la falta de estímulos para la investigación y por otra parte la inutilidad de los escasos frutos conseguidos.
En estas críticas vemos constantes parecidos a las críticas que hacía Pío Baroja y la generación del 98.
- Formales: ¿Cuáles son sus principales innovaciones técnicas o formales de Tiempo de silencio respecto a las novelas sociales? . ¿Qué diferencias hay entre el lenguaje de la novela y el lenguaje habitual de las novelas sociales?
Lo que convierte a esta novela en una obra maestra es su extraordinaria riqueza de técnicas narrativas y de registros lingüísticos: se hace un importante uso del monólogo interior, se utiliza mezcla de distintos estilos, hay una división en secuencia en blanco en vez de en capítulos, a su vez, digresiones que interrumpen la historia sobre diversos temas. Lo interesante de “Tiempo de silencio” no es su trama, sino la forma de narrar. Martín Santos se alejó de un estilo propio de la época, sencillo y árido, para armar un libro de resonancias clásicas, con un lenguaje cultivado y complejo, de prolijas descripciones, excursos culteranistas y diálogos empapados de clasicismo. Ni falta decir que es una novela difícil en tanto al lenguaje se refiere, si bien la historia que se cuenta es tan sencilla como directa.
Sin embargo, quizá en la elección por parte del escritor de ese estilo elevado, fuera de lo común para un libro de estas características (al contrario, por ejemplo, de Baroja, que utilizaba un lenguaje mucho más sencillo y campechano), influya en buena parte el impacto de la obra. Porque Martín Santos trabaja en dos niveles diferentes: por una parte, usa esa lengua culta y enrevesada como juego, como pequeña distracción para el lector, que ha de mantener una atención constante para no extraviarse en mitad de un pasaje; por otra, ese juego le sirve para ocultar y disfrazar la feroz crítica que se desarrolla en prácticamente cada página de “Tiempo de silencio” dirigida a la dictadura.
- A continuación tienes dos fragmentos de la novela. Léelos y contesta las siguientes preguntas:
Muecas en el centro y Pedro a la derecha
TEXTO 1
1-¿Dónde van Pedro y Amador?
Pedro y Amador van de camino a la casa de el ''Muecas''.
2-¿Para qué van allí?
Como ya mencioné anteriormente pedro se encarga de las investigaciones relacionadas con el cáncer en ratones, cuando recibe la noticia por parte de su ayudante Amador de que los ratones se han acabado, le surge la necesidad de ir a casa del ''Muecas'' el cual posee algunos de reserva.
3-¿Quién es el Muecas?¿Cuántos miembros forman su familia? ¿Cómo duermen?¿Por qué?.
El ''Muecas'' es un antiguo proveedor de animales para las investigaciones, este vive en una casa con su mujer, sus dos hijas, una de ellas con nombre de Flora y un primo que se encuentra en la mili. Todos duermen en un mismo colchón para mantener el calor, tener más vigilidadas a sus hijas y favorecer a los ratones.
4-Explica el incidente de la limonada: ¿Qué ofrece el Muecas?¿Qué dice Amador?¿Qué le contesta la hija del Muecas?¿Qué le reprende el Muecas a su hija? ¿Crees que la reprende porque el Muecas es una persona amable? Justifica tu respuesta.
Cuando Pedro y Amador visitan la casa del Muecas, les ofrece una limonada a los mismos para que se refresquen, estas limonadas las trae su hija Florita, tras terminarlas, Amador pide otra pero la chica se niega a llevársela a lo que su padre la ordena que se la lleve dado que le interesa llevarse bien con ellos por los beneficios económicos que puede sacar de la relación.
5-En este fragmento, se ve que también los miembros de los estratos sociales más bajos como el Muecas tienen un comportamiento interesado, es decir, que éste no es una característica exclusiva de las clases altas. ¿Te recuerda esta forma de reflejar la sociedad a la que tenía Galdós en las novelas contemporáneas? Explica tu respuesta.
Galdós utilizaba personajes de todo tipo, no solo se basaba en unos buenos y unos malos, sino que toda su lista de personajes estaban divididos en todo tipo de clases de la sociedad y que no por ser mendigos eran buenos, sino que también en algunos casos los pobres se dejaban llevar por la codicia y el interés. Esta es la relación que yo le encuentro con la obra en el ámbito del Muecas que busca tener una buena relación para conseguir el dinero que quiere.
6-Como ya sabes si has explicado ya el argumento de la novela, Pedro tiene que efectuar un aborto a la hija del Muecas después de que éste la hubiera dejado embarazada. Ya aquí se sugiere esta relación incestuosa: ¿Dónde?
Hay un momento muy claro del texto donde dice que le gusta que estén todos durmiendo en un mismo colchón porque así puede tener controladas a sus hijas y puede rozarse con las piernas de las mismas, esto más otras situaciones a lo largo del texto nos van sugiriendo este incesto entre el Muecas y sus hijas.
7-Explica todos los pasos que siguen para conseguir que se reproduzcan los ratones.
Primero se tomaba a las ratonas y se metían en bolsas que se colocaban en los pechos de sus dos hijas y su mujer, tras adquirir el calor necesario y ponerlas en celo, las retiraba de la bolsa y las ponía junto con el ratón para que tras el coito de ambos se iniciase la gestación y con ello la producción de más ratones.
8-¿Qué imagen da este fragmento del estado de la ciencia en España? Explica tu respuesta.
Sin duda alguna la imagen que transmite es pésima sobre el estado de la ciencia en España, se estaba llevando a cabo un proceso como es la reproducción de ratones en una chabola, con jaulas fabricadas a mano, condiciones higiénicas pésimas, el uso de las mujeres para calentar a los ratones y otras muchas cosas, algo, que debería realizarse en un espacio preparado y limpio ante todo. Pretende representarse el atraso de la ciencia en España y la falta de cultura.
9- Localiza en el texto anterior algún ejemplo de ironía (decir lo contrario de lo que, en realidad, se quiere decir).
Un claro ejemplo de la multitud de ironías que hay en el texto es este.
"mira Ramona, este es el doctor que nos honra con su visita"
Lo digo por el simple hecho de que el Muecas no se sentía ni mucho menos honrado por la visita de Pedro y Amador, sino que lo único que quería era el beneficio que pudiera sacar de eso.
10- Una de las características del estilo de la novela es el uso de un lenguaje muy eufemístico (no decir las cosas de una manera directa sino mediante un rodeo, incluso a veces contrasta el lenguaje tan bello y elaborado con la realidad tan desagradable que está describiendo).Localiza algún ejemplo poniendo después lo que en realidad dice. Por ejemplo: "Efectivamente, la redondeada consorte del Muecas, que en contradicción con su marido, gozaba de una acentuada lisura e inmovilidad de rostro, escuchaba como si oyera la interpretación de una sinfonía aquella conversación" = "La mujer gorda del Muecas que, a diferenia de éste, no tenía arrugas oía lo que hablaban sin entender nada"
"Allí estaba el digno propietario volviéndoles la espalda ocupado en ordenar en el suelo de su chabola una serie de objetos heteróclitos que debía haber logrado extraer -como presuntamente valiosos- del montón de basura con el que desde hacía unos meses tenía concertado un acuerdo económico dé aprovechamiento" = Allí estaba el dueño dándoles la espalda mientras recogía del suelo aquella chatarra que había extraído de un montón de basura con la que hace unos meses concertó un acuerdo económico.
Y tras haber contemplado el impresionante espectáculo de la ciudad prohibida con los picos ganchudos de sus tejados para protección contra los demonios voladores, descendieron Amador y don Pedro desde las colinas circundantes y tanteando prudentemente su camino entre los diversos obstáculos, perros ladradores, niños desnudos, montones deestiércol, latas llenas de agua de lluvia, llegaron hasta la misma puerta principal de la residencia del Muecas. Allí estaba el digno propietario volviéndoles la espalda ocupado en ordenar en el suelo de su chabola una serie de objetos heteróclitos que debía haber logrado extraer -como presuntamente valiosos- del montón de basura con el que desde hacía unos meses tenía concertado un acuerdo económico dé aprovechamiento. Mas en cuanto les hubo advertido gracias a un significativo sonido brotado de la carnosa boca de Amador, se incorporó con movimiento exento de gracia y en su rostro, surcado por las arrugas del tiempo y los trabajos y agitado por la rítmica tempestad del tic nervioso al que debía su apodo, se pintó una expresión de viva sorpresa.
-¡Cuánto bueno por aquí, don Pedro! ¡Cuánto por aquí! ¿Por qué no me has avisado?
Siendo esa pregunta dirigida a su amigo y casi pariente.
-Adelante. Pasen ustedes y acomódense.
No de otro modo dispone el burgués los agasajos debidos a sus iguales haciéndoles pasar a la tranquila, polvorienta y oscurecida sala, donde una sillería forrada de raso espera el honroso peso de los cuerpos de aquellas personas que, dotadas de análoga jerarquía que los propios dueños de la casa, pueden ocupar sus sitiales y disponerse durante lapsos de tiempo variables a una conversación que -aunque aburrida y vacía- no deja de confortar a cuantos en ella participan a título de confirmación indirecta de la pertenencia a un mismo y honroso estamento social. Así Muecas dispuso que don Pedro tomara asiento en una a modo de cama hecha con cajones que allí había y que en ausencia de sábanas cubría una manta pardusca. Y componiendo en su rostro los gestos corteses heredados desde antiguos siglos por los campesinos de la campiña toledana y haciendo de su voz naturalmente recia una cierta composición meliflua, consiguió articular con algún esfuerzo:
-Tomarán ustedes un refresco.
Tras lo que, olvidando momentáneamente su propósito de control prolongado del timbre áspero de su voz, gritó:
-¡Flora, Florita! ¡Trae una limonada en seguida! Que está el señor doctor.
Oyéronse unos ruidos secos y confusos en la parte de la chabola oculta a la vista desde la entrada por una tela colgante de color rojizo y naturaleza indefinida. A pesar de las protestas de don Pedro y de la risa socarrona de Amador, Muecas se obstinó en acelerar la marcha de los acontecimientos metiendo su cabeza crespa a través de este telón divisorio y rugiendo en voz baja diversas órdenes ininteligibles.
Reapareció más tarde componiendo su personalidad social en los diversos matices de la expresión del rostro (con dificultosa contención del tic irreprimible), de la inflexión vocal y hasta de la actitud corporal que se modificó en una tendencia apenas realizada de juntar sus hombros hacia adelante redondeando al mismo tiempo las espaldas.
Amador se había sentado en uno de los objetos que el Muecas ordenaba, que resultó ser una olla oxidada con un agujero. Pero así acomodado volvía sus espaldas a la puerta y la carencia de luz del interior de la chabola se hacía más evidente, por lo que el visitado dijo:
-Vamos, Amador. Échate a un lado. ¿No ves que quitas la luz al señor doctor?
Ya para entonces salía la descendencia del Muecas en sus funciones de homenaje a través de los velos que celaban el resto de sus propiedades inmuebles y, sonriendo con risa bobalicona que descubría el grueso trazo rojo de sus encías superiores sobre los dientes blancos y pequeños en medio de un rostro redondo, ofrecía en un vaso un poco de agua en la que debía haber exprimido un limón a juzgar por una pepita que como pequeño dirigible flotaba.
-¡Dásela, Florita! Que se refresque el señor doctor.
-Tenga, señor doctor -se atrevió a decir Florita poniéndose algo colorada, pero haciendo chocar su mirada negra con la también azorada de don Pedro.
Éste no osaba fijar la vista en ninguno de los detalles del interior de la chabola, aunque la curiosidad le impulsaba a hacerlo, temiendo ofender a los disfrutadores de tan míseras riquezas, pero al mismo tiempo comprendía que el honor del propietario exige que el visitante diga algo en su elogio, por inverosímil y absurdo que pueda ser.
-Está fresca esta limonada -eligió al fin.
-Estos limones me los mandan del pueblo -mintió Muecas con voz de terrateniente que administran lejanos intendentes- y perdonando lo presente, son superiores.
-¿Quiere usted otra? -dijo Florita.
Oferta a la que don Pedro opuso una rápida y firme negativa mientras que Amador decía confianzudo:
-Tráemela a mí, chavala.
-No se hizo la miel para la boca del asno -fue la vernácula respuesta de la moza con la que hizo visible que, del mismo modo que su padre, también ella era capaz -aunque más joven- de inventarse dos distintas personalidades y utilizarlas alternativamente según el rango de suinterlocutor.
-¡Dásela! -ordenó el padre más consciente de los lazos de tipo económico aseguradores de la subsistencia de la honrada familia que le unían con un miembro de la plantilla del Instituto, al que por otra parte debía no especificados favores y con el que había mantenido en guerra relaciones de camaradería que más tarde habían procurado los dos dejar sumidas en un profundo silencio, pero que no habían olvidado.
-Y no seas tan arisca con el tío Amador -añadió redondeando este nuevo género de homenaje, menos refinado socialmente hablando, pero quizá más definitivamente necesario en última instancia.
En esto, entraba por la puerta de la chabola, cortando otra vez el paso de la luz, un grueso cuerpo de mujer casi redondo, cubierto de telas pendientes de ese color negro que, con el paso de los años, va virando de una parte a pardo, de otra a verdoso, de modo comparable al colorido de las alas de algunas moscas caballunas y de algunas sotanas viejas.
-Usted perdonará, señor doctor -presentó el Muecas-, pero ésta es mi señora y la pobre no sabe tratar. Discúlpela que es alfabeta. Mira, Ricarda, éste es el señor doctor que nos honra con su visita.
-Por muchos años -dijo Ricarda. Ella traía una de las faldas que cual capas concéntricas acebolladas la recubrían, vuelta hacia sus manos y en ella un contenido indescriptible que, según dedujo Amador, era el pienso para los ratones. Esto le dio oportunidad para entrar en materia suspendiendo, por el momento, las muestras de hospitalidad y cortesía.
-Bueno, a lo que veníamos -dijo- que don Pedro no puede perder su tiempo en monsergas.
-Usted dirá, señor doctor.
-El señor doctor lo que quiere -especificó Amador- es saber si tiene que meterte en la cárcel o no.
-¿Qué me dices? -exclamó bruscamente alarmado el Muecas, mientras que, no menos alarmado, don Pedro se deshacía en gestos denegatorios al mismo tiempo con la cabeza y con las dos manos (libre ya la derecha de la áspera limonada) para acabar diciendo:
-Nada de eso. Al contrario, agradecerle a usted si los ha cuidado bien y ha conseguido que críen.
-¡Ah! Las ratonas -dijo el Muecas algo tranquilizado.
-Las ratoncitas, las ratoncitas -rió Florita olvidando su papel de modestia ruborosa-. Ya lo creo que crían las muy bribonas, ya lo creo. Mis sudores me cuesta y hasta algún mordisco.
Diciendo estas palabras desabotonó algo su vestido por el escote y efectivamente mostró a todos los presentes, en el nacimiento de su pecho, dos o tres huellecitas rojas que pudieran corresponder a las
estilizadas dentaduras de las ratonas en celo.
-Todo era por el frío -aclaró el Muecas pozo de sapienza, tomando su talante más solemne y componiendo el rostro-. Seguro que en las Américas las tienen en incubadora. Y no como aquí que estamos en la zona templada.
Amador le miraba socarrón y casi reía, pero haciendo caso omiso del efecto que producían en su viejo camarada de armas estos pingajos deslucidos de una cultura cuyos orígenes permanecían enigmáticos, continuó:
-Es cosa sabida, que el calor da la vida. Como en las seguidillas del rey David. Dos doncellas le calentaban, que si no ya hubiera muerto. Y lo mismo se echa de ver en las charcas y pantanos. Basta que apriete el sol para que el fangal se vuelva vida de bichas y gusarapos. No hay más que
ver los viejos apoyados en las tapias en invierno. ¿Qué sería de ellos si no fuera por el calorcillo de las tres de la tarde? Ya no habría viejos. Así les pasaba a ellas. ¿Cómo les iba a llegar el celo si no tenían calor ni para seguir viviendo? Por eso se les hinchaban esos como testículos, con perdón, y cuando se morían que usted se quemaba las pestañas en estudiar el porqué, no era más que de frío.
Atónito escuchaba don Pedro aquella teoría etiológica del cáncer espontáneo a frigore interesado en saber qué consecuencias profilácticas Muecas había deducido, las que habían sido hábiles no sólo para conservar la vida de los ratones, sino para asegurar su reproducción.
-¿Adónde va usted a parar, padre? Y cómo que se engloria en sus explicaciones y no hay quien lo pare. Lo que es mi padre debía haber sido predicador o sacamuelas. Y aún dicen de él que es bruto. Bruto no le es más que en lo tocante a caráter, pero no en el inteleto.
-¡Calla, tonta! -protestó modestamente-. El hecho es que dándoles el calor natural que les falta los ratones crían y ya veo que usted sabía adónde venir a buscarlos. Aquí los tengo, sí señor doctor, a los hijos de los hijos que no quiero llamar nietos, ya que no parece cosa de animales reconocer tanta parentela. Y también a los hijos de los hijos de los hijos.
-O séase los biznietos -rió Amador coreado por Florita, que había dado ya definitivamente al olvido sus rubores desde el punto en que enseñó su escote y en él las marcas que la calificaban como mártir de la ciencia.
-Padre lo ingenió todo. Pero yo y mi hermana las que tuvimos que cargar con la pejiguera de las ratoncitas.
-Calla, hija. Y no hables más que cuando te pregunten. Mira tu madre qué callada está y qué poco molesta. Y, sin embargo, aguantó la misma pejiguera.
Efectivamente, la redondeada consorte del Muecas, que en contradicción con su marido, gozaba de una acentuada lisura e inmovilidad de rostro, escuchaba como si oyera la interpretación de una
sinfonía aquella conversación. Era evidente que a pesar de no entender jota de lo que se decía, gozaba con los sonidos que los presentes exhalaban. Para ser menos engorrosa se había sentado en el suelo y sus piernas redondas, blancas y sin tobillo asomaban bajo la halda de sus múltiples coberturas, mientras mantenía aún firmemente en su regazo el pienso de los milagrosos ratones.
-¿Puedo preguntar cómo les dio usted ese calor natural? -dijo don Pedro tras unos minutos de asombrada escucha.
-Puede usted preguntarlo, pero yo no se lo diré por respeto.
-Bueno -terció Amador-. Ya me lo dirá a mí más tarde. Vamos a ver ahora esos biznietos y sepamos si son bastardos o no lo son. Porque si lo fueran, para nada los querremos. Tiene que ser hermano con hermana y a lo más hija con padre.
-Así lo son -afirmó rotundo.
Pero no hubo más. Muecas no quiso enseñar sus instalaciones. Prometió llevar las crías a1 punto y hora indicados, pero no quiso que sé molestaran en penetrar más adelante en su guarida. La curiosidad era demasiado grande para que don Pedro consintiera ahora en marcharse después de haber bebido íntegra su limonada. Necesitaba llegar hasta el fondo de aquella empresa de cría de ratones que -simultáneamente- era empresa de cría humana en condiciones -tanto para los ratones como para los humanos- diferentes de las que idealmente se consideran soportables. Los olores que tras el colgante velo rojizo llegaban a la zona más densamente habitada de la chabola, la misma presencia a sus pies de la mole mansa y muda de la esposa, las mordeduras de la muchacha toledana formaban, junto con la mentalidad científico-razonante del Muecas, un conjunto del que no podía apartarse fácilmente y que quería conocer aunque en el intento hubiera tanto de fría curiosidad como de auténtico interés, tanta necesidad de conseguir ratones para su investigación como concupiscencia por ver la carne del hombre en sus caldos más impuros.
En la parte interior de la chabola del Muecas estaba el campo de cultivo de la raza cancerígena. Cada ratón estaba metido en una jaula de pájaro de alambre oxidado. Estas jaulas habían sido obtenidas en los montones de chatarra y rudamente reparadas por el propio Muecas con ayuda de su hija, la pequeña, que tenía dedos hábiles. Las jaulas estaban colgadas por las paredes de la estancia. En sus comederos blancos de loza, la compañera colocaba el pienso traído en su falda. La pequeña habitación estaba hecha de tableros algo abarquillados por la humedad, pero en lo esencial lisos. Las hendiduras entre los tableros habían sido tapadas con trapos viejos consiguiendo así un compartimiento estanco. Las jaulas estaban colgadas artísticamente al tresbolillo, procurando una distribución armoniosa de los huecos, de las luces y de las sombras como en una pinacoteca cuyo dueño -excesivamente rico- ha comprado más cuadros de los que realmente caben. En el suelo de esta reducida habitación había un gran colchón cuadrado. Por un lado entraban los cuerpos del Muecas y su consorte, por el otro lado los más esbeltos de sus dos hijas núbiles. En el pequeño colchón del aposento anterior en que se había sentado don Pedro, solía dormir un primo que ahora estaba en la mili. Pero seguían durmiendo los cuatro juntos en el colchón grande por varios motivos: porque los cuatro cuerpos juntos elevaban la temperatura de la cámara estanca (así pasaban menos frío, así estaban también mejor los ratones según la teoría del Muecas). Porque ya se habían acostumbrado. Porque al Muecas le agradaba tropezar de noche con la pierna de una de sus hijas. Porque así las tenía más vigiladas y sabía dónde estaban durante toda la noche que es la hora más peligrosa para las muchachas. Porque se necesitaban menos sábanas y mantas para poder vivir, habiendo sido por el momento pignoradas las que utilizaba el mozo en edad militar. Porque el olor de los cuerpos -cuando uno se acostumbra- no llega a ser molesto resultando más bien confortable. Porque el Muecas se sentía, sin saber lo que significaba esta palabra, patriarca bíblico al que todas aquellas mujeres pertenecían. Porque la consorte del Muecas le tenía algo de miedo y no podría soportar sus cóleras sin la problemática ayuda de la presencia muda de sus hijas. Porque la última ratio de la reproducción ratonil consiste en conseguir el celo de las ratoncitas de raza exótica. Porque el Muecas había dispuesto tres bolsitas de plástico donde se metían las ratonas y eran colgadas entre los pechos de las tres hembras de la casa. Porque creía que con este calor humano el celo se conseguía dos veces más fácilmente: por ser calor y por ser calor de hembra. Porque no quería que este proceso de maduración de la mucosa vaginal de las ratonas pudiera interrumpirse si sus rapazas durmieran en la cámara exterior donde faltando un adecuado cierre de los huecos entre los tableros y la promiscuidad nocturna, el calor era más escaso. Cuando el celo de la ratona se había conseguido, el Muecas la extraía cuidadosamente de la bolsita de plástico donde había pasado varias noches y la depositaba en la jaula talámica donde el potente garañón era conducido también siempre apto para la cópula y especialmente proclive a ella al percibir los estímulos aromáticos del estro. Esta jaula copulativa estaba tapizada de arpillera aderezada con guata y miraguano, materiales ellos aptos para la construcción del nido pero que luego el Muecas sustraía a las hembras grávidas fuera de la hora del amor, como si pensara que la visión de tales riquezas para el alhajamiento del futuro hogar pudiera estimular su entusiasmo afrodisíaco. Una vez iniciada la gestación nunca volvieron a gozar de tales guatas y miraguanos que hubieran encarecido de modo excesivo los gastos de cría, sino que tenían que arreglarse con un poco de paja común en sus aéreos palacetes. Las ratonitas o ratonitos, una vez nacidos, sé anunciaban con una música sutilísima de pequeños píos ruiseñoriles, mientras que las madres, a diferencia de la especie humana, eran capaces de parir sin gritar en reverente silencio ante los misterios de la naturaleza que en ellas mismas se realizaban. Conseguido este parto pudibundo y a veces nocturno, la mañana de la familia muequil era alegrada por los juveniles píos y las muchachas se reían desde la misma cama, envueltas en sus camisones blancoscuros, sin manga, gritando: «Padre, ya parió la de arriba», «Padre, ya parió la mía, la que me dio el mordisco», «Padre, ya le dije que estaba mal cubierta, está sólo llena de aire y de indecencia la muy guarrona que comía sin parar y luego no le dejó al Manolo que estaba todo triste», «¡Qué se habrá creído la muy monja, más que monja!». Muecas, si había bebido demasiado la noche antes, no hacía caso de los gritos de sus hijas y metía la cabeza otra vez bajo la manta gruñendo mientras que la redonda consorte laboraba en la parte de afuera o había ya partido hacia el montón de basura contratado.
TEXTO 2
Pedro
Este fragmento es el final de la novela cuando Pedro, tras su fracaso profesional y personal, se marcha de Madrid. Está buscando un taxi que le lleve a la estación de Príncipe Pío. Lélo y contesta las siguientes preguntas:
1- El fragmento es un claro ejemplo de uno de las técnicas narrativas nuevas que Luis Martín Santos introduce en la novela. ¿Cómo se llama esta técnica? ¿En qué consiste? ¿Por qué crees que lo que en ella aparece no tiene ninguna lógica?
Anteriormente he dicho que en ''Tiempo de Silencio'' se introduce una nueva técnica conocida como el monólogo interior, que consiste en reproducir en primera persona los pensamientos callados de los personajes, tal como surgen en su conciencia. Carece normalmente de lógica debido a que son los pensamientos interiores de uno mismo y estos no siguen un patrón.
2- A continuación tienes una lista de todos los pensamientos que se le van mezclando mientras busca taxi y llega a la estación de Príncipe Pío. Númeralos por orden de aparición:
- Tiene que comprar una novela policiaca del inpector Maigret 9º
-Los mozos de la estación son fuertes 11º
-Ahora va a un pueblo donde podrá cazar 5º
-No hay auténticos amigos 2º
-No sabe quién fue Príncipe Pío 1º
-Las ancas de rana están muy buenas 6º
-Se va por el mismo sitio por donde llegó 3º
-En la estación hay ascensores para bajar 8º
-Las autopsias no sirven para nada 4º
-Recuerda a Florita muerta en la chabola 7º
-En el nuevo pueblo se va a aburrir 10º
Si no encuentro taxi no llego. ¿Quién sería el Príncipe Pío? Príncipe, príncipe, principio del fin, principio del mal. Ya estoy en el principio, ya acabó, he acabado y me voy. Voy a principiar otra cosa. No puedo acabar lo que había principiado. ¡Taxi! ¿Qué más da? El que me vea así. Bueno, a mí qué. Matías, qué Matías ni qué. Cómo voy a encontrar taxi. No hay verdaderos amigos. Adiós amigos. ¡Taxi! Por fin. A Príncipe Pío. Por ahí empecé también. Llegué por Príncipe Pío, me voy por Príncipe Pío. Llegué solo, me voy solo. Llegué sin dinero, me voy sin... ¡Qué bonito día, quécielo más hermoso! No hace frío todavía. ¡Esa mujer! Parece como si hubiera sido, por un momento, estoy obsesionado. Claro está que ella está igual que la otra también. Por qué será, cómo será que ahora no
sepa distinguir entre la una y la otra muertas, puestas una encima de otra en el mismo agujeró: también a ésta autopsia. ¿Qué querrán saber? Tanta autopsia; para qué, si no ven nada. No saben para qué las abren:un mito, una superstición, una recolección de cadáveres, creen que tiene una virtud dentro, animistas, están buscando un secreto y en cambio nodejan que busquemos los que podíamos encontrar algo, pero qué va, para qué, ya me dijo que yo no estaba dotado y a lo mejor no, tiene razón, no estoy dotado. La impresión que me hizo. Siempre pensando en las mujeres. Por las mujeres. Si yo me hubiera dedicado sólo a las ratas.¿Pero qué iba a hacer yo? ¿Qué tenía que hacer yo? Si la cosa está dispuesta así. No hay nada que modificar. Ya se sabe lo que hay que aprender, hay que aprender a recetar sulfas. Pleuritis, pericarditis, pancreatitis, prurito de ano. Vamos a ver qué tal se vive allí. Se puedecazar. Cazar es sano. Se toma la escopeta de dos cañones como el tío Miguel, el hombre de la bufanda y pum, pum, muerta. Hay muchas liebres porque los cultivos son pocos. Es una gran riqueza de caza, el monte salvaje. Cazar, cazar todos los días de fiesta y por la tarde en verano, cuando ya ha caído el sol, entre los rastrojos y la jara a por liebres. Las perdices en el rastrojo, gordas como mujeres, después de la siega; en el rastrojo van cayendo, perseguidas a caballo. No puedencorrer de tanto grano que han comido y el tío Miguel las va cogiendo con la mano cuando pierden el aliento. ¡Qué rica la perdiz en salsa de perdiz, espesa, caliente, marrón como con aguas verdes! Y las ancas de rana; a las ranas se las coge sin cebo, sólo con un trapo rojo atado a un hilo,echan su lengua retráctil, la meten en la boca con el trapo y ya está; ancas de rana, igual a pechuga de pollo. ¡Qué buenas! Ancas redonditas, blancas; hace diez años que no veo más ranas que para estudiar la circulación mesentérica en vivo, los hematíes pálidos corno lentejas viudas por la red capilar y el animal desnudo, sin piel, ni pelo, ni pluma, ya desollado antes de que se le agarre, hecho un san Martín, el animal desnudo con su aspecto de persona muerta antes de que se le mate, sólo las lentejas circulando por la red venosa del mesenterio, la vivisección. Esto es, la vivisección, las sufragistas inglesas protestando, igual exactamente, igual que si fuera eso, la vivisección. Ellas adivinan que son igual que las ranas si se las desnuda, en cambio Florita, la desnuda forita en la chabola, florecita pequeña, pequeñita, florecilla le dijo la vieja, florecita la segunda que... ajjj... Me voy, lo pasaré bien. Diagnosticar pleuritis, peritonitis, soplos, cólicos, fiebres gástricas y un día el suicidio con veronal de la maestra soltera. Las muchachas el día de la fiesta, delante de la procesión, detrás del palio, rojas, carrilludas, mofletudas, mirando de lado hacia donde yo estoy asqueado de verlas pasar, mirando sus piernas, sentado en el casino con dos, cinco, siete, catorce señores que juegan al ajedrez y me estiman mucho por mi superioridad intelectual y mi elevado nivel mental.Ya está, P.Pío. Sí por arriba. Luego,
se baja en un ascensor gratis con un tornillo por debajo que parece que le están dando... Comprar un megret para el tren,hace tiempo que no leo policíacas, a mí policíacas. Por qué serán siempre gallegos los mozos, qué gana un mozo, dónde tiene oculta toda esa fuerza. Tendrían que coger los gallegos o asturianos porque andaluces y manchegos no podrían. Hace falta fuerza. Son sanguíneos,sonrientes,grasientos,humildes, saben que son mozos de cuerda, se lo tienen bien sabido, no pretenden otra cosa que ser mozos del exterior, mozos del interior, llevar cuantos más bultos. Les basta contar uno, dos, tres,
4- LA NOVELA A PARTIR DE 1975
4.1- ¿Qué consecuencias tuvo el hecho de que casi todos los novelistas españoles pretendieran basar sus novelas en originales innovaciones formales? ¿Qué aspecto fundamental del género "novela" olvidaron y descuidaron?
Debido a que todos los novelistas españoles empezaron a basar sus novels en originales innovaciones formales la novela empobreció muchísimo en cuanto a argumento que es uno de los aspectos fundamentales de este género. Como ya comentamos anteriormente, estos autores vieron más importancia en el mensaje que se transmitía con la novela que el propio argumento de la misma, lo que hizo empobrecerlos muchísimo.
4.2- ¿Qué novela supuso un nuevo punto de partida en la narrativa española? 4.3- Autor y fecha de publicación.
La publicación de ''La verdad sobre el caso Savolta'' publicada en 1975, de Eduardo Mendoza marcará un cambio de tendencia narrativa que, sin renegar de las técnicas experimentales, recuperará el placer de contar historias interesantes, poniendo de relieve la importancia de un buen argumento en la valoración final de una novela. Este cambio será llevado a cabo por una generación de escritores , nacidos entre 1939 y 1950, llamada Generación del 68, la cual, en general, se inicia en el experimentalismo y, más tarde, lo irá abandonando: Manuel Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza, José María Merino, Luis Mateo Díaz, Juan José Millás, etc
4.4- ¿Qué aportó respecto a las novelas que se estaban escribiendo entonces?
Al contrario que las obras que empezaban la novela debido a la poca importancia del argumento, algo fundamental en la misma, esta obra hecha por Eduardo Mendoza mostrará como la importancia de un buen argumento sin dejar de lado las técnicas experimentales puede hacer que la novela sea mucho más rica e interesante.
4.5- Explica brevemente de qué iba.
El protagonista, Javier Miranda, es un chico de provincias, que viaja a Barcelona a principios del siglo XX, en busca de trabajo. Empieza en un despacho de abogados a cargo de Cortabanyes, y pronto conoce al que será su mentor, Paul André Lepprince.
La obra narra los turbios sucesos que llevaron a cabo, sobre todo Lepprince, por las ansias de poder. También se trata el tema del amor, a través de la enigmática y fascinante María Coral, quien vuelve loco de amor a Lepprince.
El texto termina con grandes revueltas de los trabajadores en Barcelona y con la muerte de Lepprince en extrañas circunstancias. Tras este suceso, Miranda emigra con su esposa a Nueva York.
Un par de preguntas no están hechas (la importancia de la familia de Pascual duarte) Mejor la segunda parte que la primera. A veces canta un poco el corta y pega. Nota: 8
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